Hoy se conmemoran 248 años del nacimiento de uno de los hombres más ilustres de Venezuela: Simón Rodríguez.
Simón Narciso de Jesús Rodríguez nació en Caracas la noche del 28 de octubre de 1769, según el acta de bautismo encontrada en la Iglesia de la Parroquia La Candelaria.
El pequeño Simón fue presentado sin padres conocidos. Fue criado en la casa del sacerdote Alejandro Carreño y toma de él su apellido y es conocido como Simón Carreño Rodríguez.
Se desenvuelve como profesor en la “Escuela de lectura y Escritura para niños,” en donde tiene la oportunidad de ser el tutor del futuro Libertador Simón Bolívar.
Fuertemente influenciado por Emilio de Jean-Jacques Rousseau, Simón Rodríguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las naciones americanas. El mismo Bolívar en carta al general Francisco de Paula Santander en 1824 decía que su maestro “enseñaba divirtiendo”.
Este espíritu que intentaba romper con las rígidas costumbres educativas del colonialismo español, se reflejaría en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.
Su participación en la Conspiración de Gual y España en contra de la corona española en 1797, lo obliga a dejar el territorio venezolano.
Samuel Robinson
Rodríguez se instaló en Kingston, Jamaica, y cambió su nombre a Samuel Robinson. En 1804 se encuentra con Simón Bolívar en Francia. Juntos realizan un largo viaje por gran parte de Europa. Son testigos presenciales de la coronación de Napoleón Bonaparte en Milán como Rey de Italia y de Roma.
Es testigo del famoso juramento de Bolívar sobre el Monte Sacro, en donde profetiza que liberaría a toda América de la corona española, y lo registra para la historia.
Entre 1806 y 1823, mientras se libraba gran parte de la Guerra de Independencia en Venezuela, Rodríguez se hospeda en Italia, Alemania, Rusia, Prusia, y Holanda.
Regresa a América en 1823, usando nuevamente el nombre de Simón Rodríguez.
En los años finales de su vida dio clases en varios colegios de Quito y Guayaquil (Ecuador); debido a un incendio que azotó esta ciudad, gran parte de su obra quedó hecha cenizas.
En el año de 1853, emprende su último viaje rumbo a Perú al lado de su hijo José y a Camilo Gómez, un compañero de éste.
Gómez lo asiste en su muerte en el año 1854, en el pueblo de Amotape. Sus restos son trasladados setenta años después al Panteón de Perú, y luego a su Caracas natal, en donde reposan desde 1954 en el Panteón Nacional.
El legado de Simón Rodríguez fue reconocido en muchos pueblos de América
En 2003, el Presidente de Venezuela Hugo Chávez bautizó el programa de alfabetización para enseñar a leer y escribir como Misión Robinson, por el seudónimo utilizado por Rodríguez. En los primeros años del programa se logró que el país se declarara libre de analfabetismo.
Arturo Uslar Pietri escribió una biografía novelada sobre Simón Rodríguez, publicada en 1981: La isla de Róbinson.
En Caracas se fundó La Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez en honor al mismo.
En Cali, Colombia, se fundó la Institución Educativa Técnica de Comercio Simón Rodríguez en su honor.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/ COM