Ana María Campos, fue una zuliana, luchadora y defensora de la libertad, que nació un 2 de abril de 1796. Desde sus inicios, Ana María tuvo una educación estrictamente limitada, costumbre asumida por toda familia en aquellos tiempos en los que las mujeres solo despuntaban en las austeras prácticas de la religión Católica.
Conoció de manera indirecta los pensamientos y escritos libertarios que despertaron su furor por la igualdad, la libertad y la fraternidad, valores que la llevaron a resistir uno de los más viles atropellos a una mujer en el siglo XVII. No obstante, por su gallardía, la convirtieron en una heroína de la historia emancipadora de Venezuela.
En 1822 se le acusaba de conspirar en contra del mariscal español Francisco Tomás Morales. Este oficial apresó a Campos, siendo torturada y obligada a pedir disculpas. Ella se resistió a dicho acto y pronunció la frase que quedaría para la historia: «¡O capitula o monda!».
Como castigo, la azotaron con el torso totalmente desnudo y montada sobre un asno, en señal de humillación. Sin doblar su cuerpo ante los latigazos, Ana María repetía: «Si Morales no capitula, monda».
Morales capituló en Maracaibo al mando del general de brigada Manuel Manrique, convirtiéndose así oficialmente en la última autoridad del gobierno al servicio de la corona española en Venezuela.
La heroína venezolana soportó de manera firme la tortura, de la cual nunca se recuperó, cobrándole la vida el 17 de octubre de 1828, no sin antes haber tenido la satisfacción de ver libre a la patria que la vio nacer.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RS