Hace 193 años, en la Pampa de la Quinua, en Perú, se libró la Batalla de Ayacucho, que enfrentó a un ejército patriota de aproximadamente cinco mil 600 hombres bajo el mando del General Antonio José de Sucre y las tropas realistas comandadas por el Virrey José de la Serna, los cuales sumaban cerca de nueve mil 500 soldados.
Esta batalla significó el capítulo final para lograr la completa independencia del Perú y de toda América del Sur. El general Antonio José de Sucre fue honrado con el título de Mariscal de Ayacucho y Benemérito del Perú.
Esta batalla fue la acción militar final de la Campaña Libertadora del Perú, en la que el general Antonio José de Sucre liberó de manera definitiva a dicha nación.
Los preparativos para la batalla decisiva contra las autoridades españolas, comenzaron el 6 de diciembre de 1824 cuando el Ejército Unido llegó a la pampa de Ayacucho, en las cercanías del pueblo de Quinua (Perú), donde el general Antonio José de Sucre lo distribuyó de la siguiente manera: la división Córdoba (4 batallones) en el ala derecha; la división La Mar (4 batallones) en la izquierda; la división Miller (2 regimientos de caballería) en el centro; como reserva, la división Lara (3 batallones), detrás del centro.
Por su parte, el ejército realista llegó al campo de batalla el 8 de diciembre, comandado por el general José de La Serna y se estableció en las faldas del cerro Condorcunca, frente la línea formada por Sucre.
En cuanto las fuerzas comandadas por La Serna, la mismas se apostaron de la siguiente forma: la división Valdés (4 batallones) en la derecha; la división Monet (5 batallones) en el centro; la división Villalobos (5 batallones) en el ala izquierda; la división Feraz (caballería) entre las divisiones Monet y Villalobos; 14 piezas de artillería, unas con las divisiones y otras emplazadas delante de la línea.
Finalmente, en la mañana del 9 de diciembre, los realistas al mando de La Serna iniciaron el ataque, cuando la división del general Jerónimo Valdés avanzó con la finalidad de desbordar el ala izquierda republicana, al tiempo que las divisiones de los generales Antonio Monet y Alejandro González Villalobos se adelantaban para lanzar su ataque contra el centro y derecha de Sucre, tan pronto como Valdés cumpliese su cometido.
Sin embargo, esta maniobra fracasó gracias al contraataque de la reserva republicana en la izquierda. Luego de esto, la acción siguiente de Sucre fue ordenar a Córdoba que atacara a los cuerpos de Monet y Villalobos, los cuales aún no habían entrado en combate.
La división del general José María Córdoba cargó contra las unidades realistas, en proceso de despliegue en batalla, produciéndose una gran desorganización en estas unidades, seguida de la persecución que realizaron los batallones de Córdoba. Algo similar ocurrió con la caballería de La Serna cuando fue embestida por la caballería republicana.
La reserva de Sucre intervino nuevamente, esta vez para auxiliar a las unidades de Córdoba, hasta que los realistas, imposibilitados para sostener el combate por más tiempo, pidieron una capitulación que abrió el camino para la liberación del Perú.
DesdeLaPlaza.com/VT/CJO