¡Qué alce la mano a quien no le gusta oír cuentos de terror! La ciudad de Caracas nos ofrece historias macabras de ultratumba que nos pone a pensar en la delgada línea que existe entre lo real y fantástico.
Son historias que pasan de generación en generación y son asumidas como reales porque “le pasó al amigo de un compadre”. Eso le da más veracidad al “susto tan fuerte que lo llevó a la muerte”.
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Así pues, aunque seamos una sociedad digitalizada, los cuentos que nos echa el “viejito del pueblo” gustan por lo increíbles que son.
Sean reales o no, más de uno no ha podido dormir después de escuchar alguna de estas historias que forman parte de la cultura del venezolano:
Leyenda de la Iglesia construida por El Diablo
Una vieja leyenda del pueblo de El Hatillo, cuenta que el monseñor Guevara iba por la bajada del músico de La Unión, montado en su bestia cuando vio a un negrito caminando en sentido contrario.
Al padre le pareció sospechoso y decidió probar si era el Diablo. Cuando se le acercó, se quitó las sandalias y las dejó caer.
El negrito se agachó para recoger las sandalias y el padre le lanzó los cordones de San Francisco, entonces, increíblemente el negrito se convirtió en caballo.
El padre se trajo al animal, atado con los cordones hasta el lugar donde se estaba levantando la iglesia, y lo puso a trabajar jalando la carreta en la que se transportaban las piedras por el camino real hasta más allá del colegio Conopoima.
Al tiempo, el caballo se empezó a enfermar y aunque pasó tres días sin comer el padre dio instrucciones precisas al monaguillo para que no lo soltara.
Pero el caballo se desmayó más tarde y cuando el monaguillo le aflojó los cordones para ver qué le pasaba, el animal escapó. Desde entonces según aseguran el diablo anda suelto.
Si analizamos esta leyenda, ¡Parece ser bastante racista! Sin embargo, ha sido utilizada por el artista Josu Calvo como tema para una de sus composiciones.
El Ánima de “Marque Aquí” de Las Mercedes
A principios del siglo XX se popularizó el cuento de que en ese lugar espantaban, en donde aparecía la figura de un hombre alto y delgado cuyo rostro cubierto con un enorme sombrero de ala daba miedo a los transeúntes que se aventuraban por aquella zona a altas horas de la noche.
Cuando todos los faroles de luz se apagaban, éste fantasma se les aparecía montando un caballo blanco y al primero que se encontrara lo montaba con él. (¡Para caerse muerto en el acto!)
El fantasma los obligaba que lo acompañaran hasta la Hacienda Las Mercedes. Cuando llegaban al sitio, en un lugar rocoso y lleno de arbustos, les decía: “marque aquí” –cerca del paso del río La Guairita donde está la actual Policía Municipal.
Esto quería decir que el pobre y tembloroso incauto debía cavar en ese lugar hasta encontrar un tesoro y, luego, les pedía una misa para el descanso de su alma amenazándolos con que los dejaría cinco meses mudos si no mantenía en secreto su aparición y el lugar del entierro.
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Fantasma de la enfermera del hospital JM de los Rios
Existe una leyenda en el Hospital de Niños José Manuel de los Ríos (JM de los Ríos) quecuenta la historia de una enfermera fantasma, de quien se dice que acompaña a los moribundos en su trance al más allá.
Suele aparecer a doctores para avisar que sus pacientes los necesitan, después de prestar ayuda, desaparece sin dejar rastro por las paredes del hospital.
De esto da fe Cassandra González, quien acudió al centro asistencial en 1998 cuando su hijo de dos años y medio, tenia fiebre alta:
“Acudí al centro hospitalario de noche, la doctora le mandó unos exámenes al niño y me puso en espera. Le limpié su cara y cuerpo y lo senté en una silla para ir al baño un momento, le dije que me esperara allí mientras yo volvía”.
Prosigue: “No había entrado al baño cuando se bajó de la silla y se vino hacia mí temblando con los brazos estirados y la mirada fija, lo abracé y no recordé como llegar de nuevo al servicio de emergencia. Entonces se acercó una enfermera de capa azul rey con capucha que no cubría su rostro joven blanco y cofia (gorro con el emblema de la cruz roja), ella me tomó por los hombros y me dirigió a un ascensor ,luego recorrimos un pasillo hasta llegar dentro de un cubículo y me ayudó a acostar al niño en la camilla“.
“La doctora se hizo cargo del niño, entonces volteé y pregunté a dónde se había ido la enfermera. La profesional me dijo que me había visto llegar sola…”, expresó.
González no quiso contradecir a la pediatra, pero sintió curiosidad y salió de la habitación para cerciorarse si la veía, pero fue en vano.
“Di gracias a Dios porque pensé que se trataba de un ángel que me envió en ese momento, luego escuché de la enfermera fantasma y ahora le doy las gracias. Creo que debe darse el respeto que se merece”.
Espíritu del Hotel Humboldt
Muchas personas sentían la presencia de los espíritus dentro del hotel, así como apariciones y otras cosas del más allá, siempre se creyó que el Hotel Humboldt y el teleférico eran lugares sumamente pavosos debido a los múltiples cierres que tuvo el sistema ocasionado por múltiples accidentes.
A las personas no les extrañaría que el hotel fuera invadido por espíritus o fantasmas aumentando las expectativas de lo escabroso.
Existe una leyenda que muchas personas sostienen -sobre todo a los antiguos trabajadores del hotel- sobre una supuesta amante del general Marcos Pérez Jiménez, ¡Presta atención!
Se dice que un día Jiménez fue al hotel con una de sus amantes y se quedo en la habitación principal, nadie supo cómo la esposa de Pérez Jiménez se enteró y ésta de inmediato llegó al sitio, los empleados del Humbolt le avisaron rápidamente al general que había llegado su mujer y la amante se escondió en el balcón de la habitación.
No obstante, cuando la esposa del general entró a la habitación, vio a la amante esconderse y ¡Se armó la Sampablera! Empezaron a pelear y la amante -en medio del forcejeo- cayó por el balcón y murió.
Tiempo después se empezó a ver una extraña aparición en el hotel, donde trabajadores de la época, aseguraban que era la fallecida mujer quien penaba.Horrorizando a los que se topaban con ella.
Se dice que fue un accidente, pero nunca fue revelado el secreto como tal.
¡Ay, si no le prendes velas a las ánimas benditas del purgatorio!
Esta devoción es muy antigua, en Venezuela tiene muchos devotos que le encienden una vela todos los lunes, les rezan un rosario y le piden protección.
Si las personas que piden las ánimas benditas no lo hacen constantemente, ¡los despertarán todas las noches!, dándoles el susto de sus vidas, amén de que deben prenderle una vela blanca todos los lunes, y si se les olvida, no tendrán paz hasta que cumplan con su deber.
Petra Rodríguez, de 73 años. es una venezolana de la parroquia San Juan, quien cuenta que en una ocasión se fue a dormir temprano para levantarse al amanecer a trabajar “dormí toda la noche, cuando se hizo la hora de despertar, no me di cuenta y seguí de largo… cuando de repente, ¡Pam! Me despertaron de una nalgada las ánimas benditas a las que les pedía siempre. Nunca se me olvidará ese día cuando me despertaron a las 5:30 de la madrugada, me asusté muchísimo porque antes me llamaron y yo no hice caso”.
Prosigue: “Me decían las voces: ‘Petra, levántate debes ir a trabajar’. Yo no hice caso, en mi sueño veía a unas personas vestidas de blanco quienes me llamaban y yo nada que despertaba. Cuando sentí el golpe, desperté asustadísima y me levanté enseguida a trabajar”, expresó.
Otra anécdota cuenta que el General José Antonio Páez fue inesperadamente liberado cuando se encontraba en las manos de un batallón realista.
Él mismo conto a sus amigos y biógrafos que sus captores vieron en la distancia el advenimiento de un ejército patriota y, llevados por el miedo, soltaron a todos los prisioneros y huyeron.
Páez dice haber visto el polvo levantado por los caballos y aguardó confiado a sus compañeros. Esperó varias horas, pero nadie llegó por lo que Páez, quien era devoto de las ánimas, le atribuyó el milagroso suceso a éstas que habían venido en su auxilio.
Hay testimonios de personas salvadas de peligros por medio de una larga procesión de personas vestidas de blanco y con un cirio en la mano que pasan rezando y caminando lentamente, la procesión de las ánimas.
Sin duda, Caracas está llena de leyendas que enriquecen la cultura popular del venezolano, al terminar de escribir estas leyendas, en la redacción se fue la luz quedando todo en penumbras… volvió a los pocos minutos, en la sala de reuniones se vio una sombra diminuta que así como apareció, se esfumó sin más.
Todos se frotaron los ojos, nadie dijo nada…
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