Las autoridades brasileñas han desarticulado la red de «los mayores deforestadores» de la Amazonía brasileña, acusados de destruir la vegetación de numerosos terrenos públicos para su posterior venta por parcelas a productores y empresas agropecuarias.
La Operación Castinheira, bautizada con ese nombre en homenaje a un árbol protegido y que simboliza la Amazonía en Brasil, ha contado con la participación de la policía federal brasileña, la Fiscalía y el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama), entre otras organizaciones, e implica más de una veintena de órdenes de arresto y más de diez de prisión preventiva o temporal.
El Ibama cifra en 500 millones de reales (168,5 millones de euros) los daños provocados por esta trama, que operaba principalmente en la ciudad de Novo Progresso, en el estado de Pará.
La operación también se ha extendido a las ciudades de Sao Paulo, Paraná y Mato Grosso y, por el momento, se desconoce el número total de detenidos y los detalles del caso, ya que la operación ha tenido lugar en una de las zonas más remotas e inaccesibles de la región.
Entre las áreas invadidas y devastadas por el grupo destaca la Floresta Nacional del Jamanxim, reserva ambiental en jurisdicción de Novo Progresso, municipio de Pará
Desde La Plaza/THP/AMH