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El Doctor Jacinto Convit estaría cumpliendo 105 años

Hace 105 años Caracas vió nacer al famoso doctor de la lepra, Jacinto Convit. Cursó sus estudios en la Universidad Central de Venezuela y egresó con el título de Doctor en Ciencias Médicas a la edad de 25 en 1938.

El ilustre doctor, a quien la Organización Panamericana de la Salud le designó “Héroe de la Salud Pública” en 2002, fue un especialista de renombre mundial en la lepra y enfermedades tropicales.

Investigaciones que llevaron a que en 1988, el Gobierno de Venezuela hiciera las gestiones para llevar su nominación al Premio Nobel de Medicina.

Vida como docente

Se inicia como docente, colaborando con la Cátedra de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela en 1940, enseñando a los estudiantes de Medicina los aspectos clínicos y de laboratorio de la lepra en la Leprosería de Cabo Blanco.

En 1945 ingresa a la Cátedra de dermatología como instructor y director del Laboratorio. En 1950 es nombrado jefe de Clínica Dermatológica del Hospital Vargas y en 1958 Convit se encarga de la coordinación de todas las actividades dermatológicas: asistenciales, docentes y de investigación. En 1964 inició el primer curso de Postgrado de Clínica Dermatologica y en 1965 el curso de postgrado de Microbiología Médica.

La vacuna

Una de las contribuciones de Convit, que le ha dado más presencia internacional, es el desarrollo de un modelo de vacunación contra la lepra, que inoculó del armadillo, el único animal capaz de infectarse con la bacteria que provoca esta enfermedad. Este demuestra, por primera vez, que una mezcla de Mycobacterium leprae con BCG produce una lisis total del agente de la lepra cuando era inyectado en pacientes lepromatosos.

Convit y su grupo de colaboradores centró su interés en el uso en gran escala de la vacuna desarrollada, no sólo para la inmunoterapia de los enfermos lepromatosos y Borderline, sino para la inmunoprofilaxis de los contactos con pacientes lepromatosos.

Jacinto Convit hizo aportes de gran relevancia, no sólo en lepra sino en otras patologías como la leishmaniasis visceral y cutáneas, la oncocercosis y las micosis humanas. Sus estudios abarcan los aspectos clínicos epidemiológicos, terapéuticos y de control de estas enfermedades. Convit publicó más de doscientos treinta trabajos de investigación en revistas nacionales e internacionales.

Proyección mundial

En 1971 fue nombrado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) Director del Centro Cooperativo para el estudio Histológico y Clasificación de la Lepra. En 1968 es nombrado presidente de la Asociación Internacionalde la Lepra (ILA) y reelecto en 1973.

Recibió el Premio “Ciencia y Tecnología 1990″, otorgado por la República de México, el Premio “José Gregorio Hernández” de la Academia Nacional de Medicina y el “Abraham Horwitz” de la Organización Panamericana de la Salud. Además recibió el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en el año de 1987.

La Sociedad Venezolana de Microbiología le concedió el Premio “Luis Daniel Beauperthuy” el 6 de noviembre de 1972, el 28 de febrero de 2011 fue condecorado con La Legión de Honor, la más alta distinción honorífica de la República Francesa, entre otros.

En Venezuela, el doctor Jacinto Convit, fue parte de la fundación de instituciones relacionadas a la labor científica dentro y fuera del país. Miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Alergología, de la Sociedad Venezolana de Dermatología y Venereología, y de la Sociedad Venezolana de Salud Pública. Asimismo fundó el instituto de Biomedicina de Caracas que dirigió en 1972.

Contribuyó al conocimiento de enfermedades infecciosas, especialmente de la lepra y leshmaniasis, notable aporte a la ciencia médica, que le valió ser postulado en 1988 para el Premio Nobel de Medicina.

Este ilustre venezolano dedicó toda su vida a la investigación científica, logrando hacer importantísimas contribuciones en el conocimiento de las enfermedades infecciosas. Su ardua labor en el campo médico lo condujeron en 1973 al descubrimiento de la vacuna contra la lepra, que sirvió además de base para la vacuna contra la leismaniasis.

La Humanidad está en deuda con Jacinto Convit, incansable trabajador, quien dedicó su vida al servicio de la Medicina humana.

DesdeLaPlaza.com/NAD/AMH

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