El Salvador conmemora hoy los 37 años del asesinato del beato mártir salvadoreño, monseñor Oscar Arnulfo Romero, mientras en el Vaticano se debate su canonización.
El pueblo salvadoreño le rendirá honor con la celebración de una misa y una marcha, mientras que
una comitiva de obispos visita la Santa Sede para reunirse con el papa Francisco, a fin de conocer cómo avanza el proceso de canonización, luego que
fuera beatificado el 23 de mayo de 2015.
Monseñor Romero
fue asesinado el 24 de marzo de 1980, en el marco de la guerra civil salvadoreña que tuvo lugar entre 1980 y 1992, por un francotirador desconocido mientras oficiaba una misa en la capilla del hospital de cáncer La Divina Providencia, en San Salvador. Un informe de la Comisión de la Verdad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que investigó las violaciones a derechos humanos durante ese período, determinó que el exmayor del Ejército Roberto d’Aubuisson, dio la orden de asesinarlo.
El arzobispo denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil y otras violaciones a los derechos humanos.
En Venezuela
El presidente Nicolás Maduro, aseguró que el recuerdo de Monseñor Romero sigue vivo en el recuerdo del pueblo.
En su cuenta en la red Facebook el Jefe de Estado escribió, “el 24 de marzo de 1980, el odio demostró que no tiene límites, al asesinar a Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, El Salvador, durante una misa y frente a sus fieles”.
“Este hombre de Cristo pagó con su vida la osadía de cumplir con la palabra de Dios, de estar del lado de los pobres, de los excluidos, de los perseguidos y férreo defensor de los derechos humanos”, agregó.
Aseveró que su martirio es recordado por los pueblos y su recuerdo está en los humildes de la tierra que siempre lo incluyen en sus oraciones.
El clérigo es célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos. Manifestó en público su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RAL