La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), ha declarado nueve (9) patrimonios de la humanidad de Venezuela.
La Unesco ha conferido a las costumbres, tradiciones y bienes naturales venezolanos, el título de “Patrimonio de la Humanidad o Patrimonio Mundial”, entendiendo que para la Unesco, esto es: «nuestro legado del pasado, lo que vivimos en el presente, y lo que le transmitimos a las futuras generaciones. Nuestros patrimonios culturales y naturales son irremplazables fuentes de vida e inspiración».
Recientemente Venezuela fue elegida como miembro del consejo directivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), por la mayoría de los miembros del organismo.
Al respecto, nuestro país tendrá esta responsabilidad durante el período 2017-2021, y su finalidad será, tal y como lo establece la misión de la UNESCO, contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones, y dentro de las actividades culturales que llevan a cabo, buscar la salvaguarda del patrimonio cultural mediante el estímulo de la creación, la creatividad y la preservación de las entidades culturales y tradiciones orales, así como la promoción de los libros y de la lectura.
A continuación les mostramos los nueve (9) patrimonios de la humanidad de Venezuela reconocidos por la UNESCO:
Como Bienes Culturales y Naturales
1.- Coro y su Puerto
Con sus construcciones en barro, únicas en toda la región del Caribe, la ciudad de Coro es el único ejemplo subsistente de una fusión lograda de las técnicas y estilos arquitectónicos autóctonos, mudéjares españoles y holandeses. Fundada en 1527, fue una de las primeras ciudades coloniales de América y posee unos 600 edificios históricos.
Coro tiene un importante Centro Histórico dividido en tres zonas de protección:
. Los Monumentos Históricos Nacionales ubicados en el Casco Histórico.
. Las Edificaciones con de la zona de valor artístico e histórico.
. La zona de arquitectura controlada al norte, oeste y sur de la zona anterior. El sur representa la expansión de la ciudad correspondiente al siglo 19.
También tiene el Parque Nacional Médanos de Coro, con dunas de gran interés para locales y visitantes.
2.- La Ciudad Universitaria de Caracas
Construida entre 1940 y 1960 con un proyecto del arquitecto Carlos Raúl Villanueva (profesor fundador de la Facultad de Arquitectura), la ciudad universitaria de Caracas es un ejemplo excepcional de la arquitectura moderna. El campo universitario comprende un gran número de construcciones y edificios agrupados en un conjunto funcional y bien estructurado, cuyo valor es realzado por obras maestras de la arquitectura y las artes plásticas modernas como la plaza cubierta, el estadio olímpico y el aula magna, ornamentada con la escultura «Las Nubes» de Alexander Calder. Constituye un ejemplo de una solución abierta y ventilada, apropiada para el ambiente tropical.
Desde la muerte de Raúl Villanueva han tenido lugar varias modificaciones, incluyendo la construcción de nuevos edificios diseñados por Gorka Dorronsoro, quien fue uno de los colaboradores más jóvenes de Villanueva.
La arquitectura de la universidad incluye el uso de elementos espaciales que han sido extraídos de la arquitectura colonial venezolana, como los colores brillantes, ventanas enrejadas para la ventilación, y los jardines internos de abundante vegetación tropical.
El campo universitario incluye una serie de grandes edificios, en particular, las facultades de Arquitectura, Economía, Farmacia y Odontología, la Biblioteca y el Hospital.
3.- El Parque Nacional Canaima
Situado al sudeste de Venezuela, el territorio de este parque, que linda con las fronteras de Guyana y Brasil, abarca tres millones de hectáreas cubiertas en un 65% por tepuyes, montañas con cimas planas, con características biogeológicas únicas que presentan un gran interés para la geología. Sus escarpados farallones y cascadas -entre las que figura la más alta del mundo, con 1.000 metros de caída- forman espectaculares paisajes.
Canaima fue declarado como parque nacional en 1962. Su tamaño se duplicó al tamaño actual en 1975. El parque es conocido por las formaciones de los tepuy, en los cuales se encuentran numerosas cascadas, incluyendo Salto Ángel con una caída libre de 1.002 m. El parque protege las cabeceras del río Caroní que le suministra agua al Guri, la mayor central hidroeléctrica del país y fuente de 60% de la energía de la nación. La Gran Sabana del parque está habitada por el pueblo indígena Pemón, muchos de los cuales se han establecido y dependen de tres misiones capuchinas. Una vía principal va de Ciudad Bolívar hacia la frontera oriental del parque. No hay otras carreteras pavimentadas dentro del parque, la sección oeste sólo es accesible por vía aérea.
Como Patrimonio Cultural Inmaterial
4.- Cantos de trabajo del llano Venezolano y colombiano
El 6 de diciembre de 2017, durante la decimosegunda sesión del Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, realizada en la Ciudad de Jeju, República de Corea, la UNESCO declara Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a los ‘Cantos de trabajo’ del llano de Venezuela y Colombia. Esta declaración representa un nuevo logro para nuestro país, como una forma de garantizar la diversidad cultural y, a su vez, la protección de las manifestaciones culturales.
Los ‘Cantos de Trabajo’ del Llano representan un conjunto de expresiones inmateriales de la Orinoquía venezolana-colombiana, asociado a las actividades de la ganadería. Esta tradición de más de 200 años, tiene como principal acción cuatro variantes orales y sonoras: los cantos de ordeño, los cantos de cabrestero, los cantos de vela y los cantos de domesticación (silbos, gritos, llamados, japeos), todos interpretados a capella en las faenas de trabajo con el ganado tanto en las sabanas como en los corrales y en los espacios de trabajo específicos de las fincas y hatos.
Estas actividades culturales y ancestrales se practican y se escuchan en Colombia, en la región de los Llanos Orientales, que comprende los departamentos de Arauca, Casanare, Meta y Vichada, y en Venezuela, en los Llanos Centro Occidentales, en los estados de Portuguesa, Cojedes, Barinas, Guárico y Apure.
https://youtu.be/p1I9jPf2LBA
5.- Los Diablos Danzantes de Venezuela
El 6 de diciembre de 2012 fueron reconocidos por la UNESCO los Diablos Danzantes de Venezuela, dentro de la categoría Patrimonio Cultural Intangible, el cual «está constituido por aquella parte invisible que reside en el espíritu mismo de las culturas, con sus saberes y aprendizajes, que comprende los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones, las creencias y su historia patria»(UNESCO, 2005).
«El 6 de diciembre de 2012 el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial aprobó el ingreso de esta manifestación venezolana, compartida por 11 cofradías en el país que rinden culto al Santísimo Sacramento nueve jueves después del Jueves Santo, como forma de recrear el triunfo ancestral del bien sobre el mal. Las hermandades de Diablos Danzantes celebran el Corpus Christi en las localidades de San Francisco de Yare, en Miranda; Turiamo, Cata, Ocumare de la Costa, Cuyagua y Chuao, en Aragua; San Millán y Patanemo, en Carabobo; Naiguatá, en Vargas; San Rafael de Orituco, en Guárico y en Tinaquillo, Cojedes; todas en la zona centro-norte de Venezuela».
«Las pequeñas comunidades de la costa central de Venezuela celebran de manera especial el Corpus Christi, festividad de la Iglesia católica romana que conmemora la presencia de Cristo en el sacramento de la eucaristía. Grupos de hombres adultos, muchachos jóvenes y niños, disfrazados de diablos enmascarados, ejecutan pasos de danza hacia atrás, en actitud de penitencia, al mismo tiempo que una jerarquía de la Iglesia católica avanza hacia ellos llevando el Santo Sacramento. El acompañamiento musical de la procesión se efectúa con instrumentos de cuerda y percusiones, mientras que los fieles hacen sonar maracas para alejar a los espíritus maléficos. En el momento culminante de la celebración, los diablos se rinden sumisos ante el Santísimo, simbolizando así el triunfo del bien sobre el mal».
6.- La Parranda de San Pedro
El 5 de diciembre de 2013 fue reconocida por la UNESCO la Parranda de San Pedro de Venezuela, dentro de la categoría Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es una tradición popular-religiosa que se viene celebrando durante décadas en las poblaciones de Guarenas y Guatire del Estado Miranda, el día de San Pedro (29 de Junio).
«Todos los años, en las pequeñas ciudades de Guarenas y Guatire, los devotos del apóstol San Pedro celebran el día de su fiesta. Los fieles entonan cantos populares en honor del santo ante cada una de las imágenes de éste expuestas en las iglesias de ambas localidades. A media noche se celebra una misa en todas ellas, y luego los participantes sacan las imágenes a la calle para recorrer las calles en procesión. Un elemento central de la festividad es la rememoración y escenificación de la leyenda de la esclava María Ignacia, cuya hija fue curada por San Pedro. Algunos parranderos, vestidos con trajes de vivos colores minuciosamente confeccionados, representan los papeles de los personajes principales de esa leyenda, mientras que los demás agitan banderas y estandartes, tocan instrumentos musicales, bailan y cantan, improvisando melodías populares. Las mujeres participan en la preparación y celebración de la fiesta organizando reuniones para instruir a las jóvenes generaciones en la práctica de este elemento del patrimonio cultural, ornamentando las iglesias, vistiendo a las imágenes del santo y cocinando platos tradicionales. Durante la festividad, los parranderos, junto con sus familias, vecinos y otros adultos y niños de las comunidades, se reúnen para compartir todos juntos momentos de alegría. Esas reuniones sirven para celebrar el espíritu comunitario, la energía y la satisfacción de los parranderos, así como la vitalidad de una tradición que simboliza y reafirma el espíritu de lucha contra la injusticia y las desigualdades.»
7.- El Carnaval de El Callao
El carnaval de El Callao es una práctica cultural de las comunidades de esta ciudad de la República Bolivariana de Venezuela, que guarda relación con los festejos de emancipación llamados “Cannes Brulées” que tienen lugar en las Antillas de habla francesa. Desde enero a marzo, esta festividad tradicional agrupa hasta unos 3.000 participantes que desfilan por las calles de la localidad disfrazados de personajes históricos o imaginarios al ritmo del calipso y otras músicas y danzas. Los desfiles son conducidos por mujeres que danzan engalanadas con vestidos variopintos. Son las llamadas “madamas”, matronas antillanas que se consideran auténticos pilares de la identidad callaoense por ser consideradas portadoras y comunicadoras de los valores culturales de la comunidad.
Otros personajes del carnaval son: los “mediopintos”, jóvenes que divierten al público embadurnando con hollín a los que se niegan a contribuir con un óbolo; los “mineros”; y los “diablos”, personajes enmascarados que bailan blandiendo un látigo para mantener el orden. También participan en la festividad niños y adultos con otros disfraces. Este carnaval pone de relieve la historia de los habitantes de la ciudad y su diversidad al exaltar el legado cultural afroantillano y las influencias de otras comunidades, fortalece la identidad de los callaoenses, propicia la unidad entre ellos e incita a las generaciones más jóvenes a descubrir su patrimonio cultural.
La transmisión de esta práctica cultural entre las generaciones se efectúa esencialmente en el seno de las familias y en escuelas dirigidas por depositarios de las tradiciones, en las que los niños adquieren las competencias necesarias para participar en el carnaval, componiendo melodías, tocando instrumentos musicales, cantando, bailando y fabricando máscaras.
8.- Conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua
Los conocimientos y técnicas tradicionales vinculados al cultivo y procesamiento de la curagua abarcan un conjunto complejo de prácticas relacionadas con las maneras de cultivar esta planta y extraer de ella sus fibras blancas, caracterizadas por su solidez, resistencia y suavidad. Esas fibras se hilan para confeccionar toda una serie de objetos artesanales, entre los que destacan las hamacas, que se han convertido en el emblema característico de la región de Aguasay.
Tradicionalmente son los hombres los que se dedican a la extracción y procesamiento de las fibras de la curagua, debido a la fuerza física que exigen esas tareas. Las mujeres, por su parte, se encargan del tejido y la fabricación de productos artesanales. Las prácticas de cultivo, procesamiento y confección de artesanías tienen un papel importante en la configuración de la identidad de las comunidades del municipio de Aguasay. Actúan como mecanismo de cohesión social que trasciende las barreras étnicas, socioculturales y de género. También fomentan diversas formas de cooperación dentro de las diferentes comunidades y familias, así como entre ellas.
Las mujeres asumen un importante protagonismo en las estructuras comunitarias y familiares, tanto en lo que respecta al trabajo creativo como en lo referente a la generación de ingresos. Los conocimientos y técnicas se transmiten de generación en generación en el seno de las familias, principalmente por medio de la tradición oral, la observación y la imitación.
Como Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia
9.- La tradición oral mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral
La tradición oral de los mapoyos engloba el corpus de relatos que constituyen la memoria colectiva de este pueblo. Esta tradición está indisolublemente vinculada a un determinado número de sitios emplazados en la Guayana venezolana, a lo largo del río Orinoco, que constituyen los puntos de referencia simbólicos del territorio ancestral de este pueblo. Los depositarios de esta tradición oral narran los relatos en el transcurso de sus actividades cotidianas.
El espacio simbólico resultante de esta interacción se ha convertido en el elemento de referencia de una historia viva que vincula a los mapoyos con su pasado y su territorio. La tradición oral se refiere a la estructura social, los conocimientos, la cosmogonía y los episodios que han hecho de los mapoyos participantes legítimos en el nacimiento de la República Bolivariana de Venezuela.
Actualmente, los principales depositarios de las tradiciones orales y de su simbolismo son los miembros más ancianos de la comunidad. Sin embargo, hay varios factores que ponen en peligro la transmisión a las nuevas generaciones: la emigración de los jóvenes mapoyos que esperan conseguir mejores oportunidades en el plano educativo y económico; la expansión de las industrias mineras; y la influencia del sistema público de educación formal en los jóvenes mapoyos escolarizados que no fomenta el uso de su lengua materna.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RS