En 1915 Caracas vio nacer a César Rengifo, un artista como pocos, uno de esos hombres que nace cada 100 años y que, entre la dramaturgia y el muralismo reflejó durante toda su vida la lucha por la justicia social.
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Con apenas 15 años, Rengifo ingresó a la Academia de Bellas Artes y luego viajó a Chile y México, donde especializó sus estudios y se vio muy influenciado por las técnicas del muralismo mexicano. Influenciado por Diego Rivera. Desde pichón Rengifo plasm en todas sus obras la protesta social.
Como muralista, César Rengifo realizó importantes trabajos entre los que destacan las obras de la plaza Diego Ibarra y el Paseo Los Próceres, ambas ubicadas en Caracas. En el área teatral, César desempeñó una labor pedagógica y escribió 40 piezas, casi todas montadas en Venezuela y el exterior.
Una de las obras más destacadas fue la cantata Esa Espiga Sembrada en Carabobo, creada en 1971. Con esa pieza se reinauguró el Teatro Principal de Caracas en 2011.
Igualmente, durante la gestión del Presidente Hugo Chávez, fue exaltada la figura y el legado de César Rengifo, se imprimieron una gran cantidad de sus obras teatrales para la difusión masiva y se restauraron importantes murales como El Mito de Amalivaca en el Centro Simón Bolívar y Creadores de la Nacionalidad, en el Paseo Los Próceres.
Búsqueda de una identidad propia
Para el educador Jesús Mujica Rojas, la vigencia y permanencia del pensamiento de Rengifo es de suma importancia para este momento histórico y para la cultura venezolana. “En estos momentos el legado de Rengifo es muy importante porque sin un cambio en el paradigma cultural no vamos a poder transformar ni refundar la República Bolivariana de Venezuela”, señaló.
Por su parte, Freddy Ñáñez, escritor y presidente de Fundarte, indicó que “la obra moral de Rengifo nos habla de la búsqueda de una identidad propia, de la elaboración de esa identidad y de la defensa de la historia, como una historia de la anticonquista, de la resistencia y de una historia de la liberación”.
Hace menos de un año, la Asamblea Nacional homenajeo al dramaturgo, y parte del documento aprobado por unanimidad reza: “La obra de César Rengifo pone sobre el tablero a los distintos sujetos actores y actrices que habían sido invisibilizados en el proceso de interpretación histórica del poblamiento originario, la conquista europea, la colonia, la independencia, la guerra federal y el advenimiento de la subcultura del petróleo (…) incluyendo a estos invisibilizados como los verdaderos creadores de la historia, de la cultura y de la nacionalidad venezolana e indoamericana caribeña”.
Néstor Caballero, dramaturgo venezolano, opina que la obra de Rengifo es “titánica y revolucionaria». «Me atrevería a decir, titánica porque se propuso y logró contar la historia de Venezuela desde sus raíces más profundas, autóctonas, mágicas, a partir de nuestros ancestros y sus mitos», agregó.
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