En la actualidad, hemos notado el auge que ha tenido el liderazgo de las mujeres en el mundo, y en algunos casos se ha considerado que ellas tienen mayor capacidad que los hombres para realizar labores mucho más eficaces y responsables.
Pero imaginémonos por un momento tener a las mujeres como las dueñas y señoras de un pueblo, donde solo las reglas a cumplir son dictadas por ellas mismas. Si, así mismo como lo leyeron.
Pues bien, en Brasil, en el pueblo de Noiva Do Cordeiro, una pequeña aldea rural que se remonta a finales del 1800, a menos de 500 kilómetros de Río de Janeiro, ubicada al sureste del gigante de Sudamérica.
Este pueblo es habitado por 600 mujeres hermosas y mayormente solteras entre 20 y 35 años, que buscan hombres solteros y amor. Un pueblo donde los machos son poco comunes, y algunos miembros masculinos de las familias trabajan fuera de lunes a viernes y casi no están.
Ellas admiten que les gustaría que los hombres llegarán al pueblo, pero advierten: «Antes tienen que estar de acuerdo con vivir bajo nuestras reglas».
Nelma Fernandez, de 23 años declaró al Daily Mail, que “nos gusta vivir aquí y no queremos dejar el pueblo para ir en busca de un marido. Nos gustaría que los hombres dejaran sus vidas para venir aquí y ser parte de las nuestras”.
Las que mandan allí en definitiva son ellas
Una de las bisnietas Maria Senhorinha, Edinele, de 30 años de le dijo al Daily Mail que «las mujeres se dieron cuenta que podían hacerlo mucho mejor sin las reglas del hombre”. Hoy la aldea matriarcal es próspera sin disputas ni peleas.
Sin embargo, las mujeres reconocen que los hombres son necesarios para algunas cosas.
Rosalee Fernandes de 49 años le dijo al Telegraph lo siguiente: «tenemos a Dios en nuestros corazones. No necesitamos asistir a la iglesia, casarnos frente a un cura o bautizar a nuestros hijos. Esas reglas fueron creadas por los hombres».
«Las chicas no se van a quejar si aparecen hombres buenos aquí, pero no están desesperadas», explica Fernandes.
Origen del pueblo
Noiva do Cordeiro (Novia del Cordero) fue fundado por Maria Senhorinha de Lima. Una mujer que fue excomulgada por la Iglesia católica en el 1891 por adulterio después de dejar su matrimonio «arreglado», por otro hombre.
Maria Senhorinha y otras mujeres marcadas en aquella época como «fáciles» o «de mala vida» crearon su propio santuario lejos de una población que las juzgaba.
Por muchos años vivieron aisladas hasta 1940, cuando un pastor evangélico, Anisio Pereira, se casó con Delina Fernandes Pereira, de tan sólo 16 años, nieta de Maria Senhorinha y fundó la iglesia. Durante estos años, el pastor impuso una ley puritánica; prohibiendo el consumo de alcohol, que las mujeres se corten el pelo y cualquier tipo de anticonceptivo.
No fue hasta 1995, cuando el pastor Pereira murió, que las mujeres desmantelaron las normas patriarcales y decidieron nunca más dejar a ningún hombre legislar sus vidas.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RS