«No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie»
Eduardo Galeano
Desde la década pasada cuando los guerreros de Richard Páez comenzaron a ilusionarnos con asistir por primera vez a un mundial de fútbol, vimos cómo de a poco la selección nacional fue llenando de orgullo a los venezolanos. Por su irreverente forma de jugar ya los niños no soñaban con ser como Ronaldo, Zidane, Figo o Ronaldinho, soñaban con ser los próximos Juan Arango, José Manuel Rey, “Zurdo” Rojas o el “Pajaro” Vera, entre otros.
Es así como con buen juego y pasión por la camiseta nacional el fútbol fue ganando espacios en el país, ya con la realización de la Copa América Venezuela 2007, nuestro balompié tuvo un crecimiento que vino acompañado de fanáticos que indagaron más allá de La Vinotinto y comenzaron a seguir a los equipos del fútbol profesional venezolano.
Ya no solo eran los equipos de los andes y los llanos venezolanos los que contaban con hinchadas genuinas desde su nacimiento, se le fueron sumando hinchadas del sur, oriente, centro y la capital del país a esta fiesta deportiva.
Con el pasar de los años, nacieron y se crearon rivalidades que fueron más allá de las canchas. La mala organización por parte de los directivos de los equipos venezolanos, estadios en malas condiciones, actuación deficiente por parte de los cuerpos policiales y las rivalidades entre barras desencadenaron hechos de violencia que dieron y han dado de que hablar en nuestro querido y maltratado fútbol nacional.
Muchos han hablado de las posibles soluciones al problema, los equipos con dirigentes mediocres han optado por colocar el derecho de admisión como política “anti-violenta” que claramente no ha resultado una medida eficiente, así como el proyecto de Ley Contra la Violencia en los Espacios Deportivos, el cual no ha sido aprobado y donde se espera puedan tener mayor participación los actores que jornada tras jornada llenan de color los graderíos de los estadios venezolanos.
Es por ello que desde el año 2015 se creó la Asociación de Clubes del fútbol nacional con la cual se empezaron a dar cambios en el mismo con el fin de seguir creciendo y hacer atractivo este deporte para el fanático venezolano, entre lo que destaca el cambio de formato, mayor difusión de partidos por televisión, entrada de divisa extranjera y mayor seguimiento de cómo se hacen los manejos institucionales por parte de los equipos y directivos de la FVF entre otras cosas.
Como para crecer y evolucionar se necesita de todas las partes involucradas, las hinchadas venezolanas no podían quedarse atrás en este desarrollo y han decidido dejar a un lado sus rivalidades y se han unido por la nuestra, por la que une al país, por La Vinotinto.
En el marco de las eliminatorias mundialistas para Rusia 2018, 13 barras organizadas se unieron para formar el 1er Congreso Nacional de Barras celebrado el pasado jueves 25 de agosto en el estadio Metropolitano de la ciudad de Mérida. Allí decidieron unir esfuerzos para alentar a la selección nacional en los partidos restantes de las eliminatorias a nivel nacional e internacional formando la Barra Libertador de América.
En el encuentro auspiciado por el comité organizador del partido Venezuela-Argentina a disputarse el próximo 6 de septiembre, las barras: Los Demonios Rojos (Caracas FC), Granadictos24 (Carabobo FC), Burra Brava (Zamora FC), Infierno Akadémico, Los Saltamontes (Estudiantes de Mérida), La Tribu Guerrera (Trujillanos FC), Huracán Rojinegro (Deportivo Lara), La Petrolera (Zulia FC), Lanceros Rojinegros (Portuguesa FC), Los Vikingos (Aragua FC), La Curva Sur (Llaneros de Guanare EF), La Pandilla del Sur (Mineros de Guayana) y Dioses del Viento (Unión Atlético Falcón) suscribieron un manifiesto donde destaca el pacto de “no agresión” en los juegos de la selección, así como crear cánticos y elementos propios del carnaval alusivos a La Vinotinto.
También decidieron alzarse en una sola voz en contra del dañino «derecho de admisión», la creación de unos códigos para no empañar de violencia los eventos deportivos así como llevar propuestas en materia de seguridad para que los asistentes a los estadios nacionales disfruten en paz y en familia de su selección y los equipos de sus amores.
Esta postura tomada por las hinchadas es plausible porque más allá de sus diferencias, las cuales deben quedar entre ellos y no involucrar a terceros, sirva de ejemplo. Con unión y esfuerzo se puede sacar adelante al fútbol venezolano.
Espero esto sirva de inicio para generar códigos de conducta entre las hinchadas y así no afectar a los familias que asisten a los encuentros de fútbol; llevar la rivalidad para ver qué barra hace los mejores recibimientos, cánticos, trapos y banderas alusivas a su equipo y no ver cuál es la mejor en los puños sino en el aliento; aprovechar los espacios para luchar contra el «derecho de admisión» y proponer medidas eficaces para viajar con sus equipos con logísticas de seguridad efectiva.
Aprovecho para hacer una invitación a las barras faltantes a este encuentro para que se sumen al llamado y aporten ideas para ayudar a este movimiento que busca el beneficio de aquellos que viajan y dejan atrás a su familia, trabajo y estudio por estar con su equipo en cualquier cancha que este juegue.
Asimismo, buscar lavar poco a poco la cara de las barras ante el país para que sean generadoras de aliento, aguante y carnaval en las gradas para sumar nuevos fanáticos al fútbol nacional con el objetivo de evolucionar y luchar por un fútbol que tenga las condiciones necesarias para competir internacionalmente y ver a nuestra amada Vinotinto en un Mundial de Fútbol.
A continuación el manifiesto suscrito por las barras venezolanas
Crédito del video : Juancho Molina
DesdeLaPlaza.com/Alejandro Colmenares
@AlejandroRCD24