Este martes 2 de junio se conmemoran 55 años de El Porteñazo, sublevación cívico-militar escenificada en Puerto Cabello, estado Carabobo, en la región centro-norte del país, en la que un grupo de venezolanos demostró su hastío hacia el gobierno de Rómulo Betancourt, quien traicionó las aspiraciones del pueblo de una verdadera democracia tras el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez.
El cronista interino de Puerto Cabello, Nelson Vielma, recuerda que la rebelión se inició en la Base Naval C/A Agustín Armario de esta localidad, y que fue comanda por el jefe de la segunda sección del Estado Mayor Naval, capitán de navío Manuel Ponte Rodríguez; el segundo comandante de la Base Naval, capitán de fragata Pedro Medina Silva; y el capitán de corbeta Víctor Hugo Morales, quien para entonces era oficial de la Escuela de Guerra Naval.
El Porteñazo se vivió en el país tras El Carupanazo, otra sublevación registrada aquel mismo año (1962) en la población de Carúpano, estado Sucre, al oriente del territorio. A juicio del historiador, ambos alzamientos no tuvieron los resultados esperados debido a que no lograron sincronizarse entre sí.
Durante la madrugada del sábado 2 de junio, «aun no superado el impacto de los sucesos de Carúpano, el capitán de fragata Guillermo Ginnari fue despertado abruptamente bajo amenazas de ametralladoras. Simultáneamente fueron detenidos de la misma forma el comandante de la Primera División de Infantería de Marina, capitán Oswaldo Moreno, y el jefe de la Escuadra, capitán de navío Jesús Carbonell Izquierdo. Así, quedó la Base Naval en manos de los rebeldes, por lo que fueron liberados los presos políticos (guerrilleros y participantes del Carupanazo) que se encontraban en el castillo», narra Vielma.
Los rebeldes se sumaron a la batalla en varios puntos de la ciudad. Varios de ellos se dirigieron al país a través de Radio Puerto Cabello para informar sobre el alzamiento.
«El comandante del Destacamento 55 de la Guardia Nacional, después de estar comprometido en esta acción, delató el golpe y destruyó la antena de transmisión de Radio Puerto Cabello. Afortunadamente ya había salido el mensaje«, recuerda el especialista.
Los subversivos y los efectivos pro-gobierno libraron una cruenta confrontación en el sector conocido como La Alcantarilla. En otras zonas de la ciudad porteña, grupos de estudiantes y obreros se sumaron a apoyar la causa rebelde y durante varios días siguió la batalla, que finalmente dejó un lamentable saldo que superó los 400 muertos y 700 heridos.
Para combatir esta rebelión cívico-militar, el gobierno de Betancourt movilizó cerca de 3.000 efectivos militares. En el transcurrir de estos históricos acontecimientos, el entonces Presidente de la República dictó su tristemente célebre orden de «disparar primero y averiguar después», cumplida al pie de la letra por su ministro Carlos Andrés Pérez.
CAP, años después, en su segundo mandato en Venezuela, enfrentaría El Caracazo, el 27 de febrero de 1989, cuando por primera vez en la historia un pueblo se alzó de forma espontánea contra las recetas neoliberales impuestas por Estados Unidos. Fue una rebelión masiva protagonizada por los sectores populares, que lograron crear el preámbulo para la posterior ruptura con el sistema bipartidista.
DesdeLaPlaza.com/AVN/AMB