Cada 19 de noviembre se conmemora a nivel mundial el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil, la cual nace como iniciativa de la Fundación de la Cumbre Mundial de la Mujer (FCMM), al evidenciar los abusos y la explotación a los niños, niñas y adolescentes, como un problema alarmante que no distingue país, raza, cultura o condición social, y así hacer frente a este flagelo y tomar medidas necesarias para detenerlo.
En cuanto a cifras sobre este lamentable contenido, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que solo en América Latina, al menos seis millones de niños y niñas son víctimas de agresiones graves, y 80 mil fallecen cada año por diversas formas de violencia intrafamiliar.
Al respecto, Marcia Ochoa, integrante del Movimiento Ciudadano de México, destacó la necesidad de hacer cambios culturales que busquen reconocer a los niños como personas, pues para ella, al igual que los derechos de las mujeres, el abuso hacia los niños se genera por patrones culturales relacionados con una ideología patriarcal, que mantienen una visión de las personas adultas como las únicas que tienen la razón en este mundo.
Citando documentos, la Convención de los Derechos del Niño establece en su artículo 19, enfatiza que “es obligación del Estado proteger a los niños de todas las formas de violencia y maltrato, que hayan hecho padres, madres o cualquier otra persona dedicada a su cuidado”.
En el caso de Venezuela, la Ley Orgánica para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (LOPNA), fue creada con la finalidad de contribuir a la protección infantil contra los abusos sexuales de los que son víctimas los niños, tema que se hacen cada vez más objeto de denuncias y ocupan un sitio eminente en la escena pública y política.
Principales lineamientos para la prevención del maltrato de niños:
- Los niños son “todos los seres humanos menores de 18 años”, según el Artículo 1 de la Convención de los Derechos del Niño (1990), suscrita por casi todos los países del mundo, incluida Venezuela.
- La crianza de los niños debe orientarse a la seguridad y autoestima, como un mecanismo básico de su desarrollo.
- Nadie tiene derecho a agredir a los niños, de ninguna forma, aún después de cometer faltas, ya que los castigos en sus diferentes formas, humillan a quienes los reciben y además, les enseña a ser violentos y cuando alcanzan la adultez cierra un círculo pernicioso constante.
- La negligencia, el maltrato psicológico, el físico, el maltrato sexual y todas las demás formas conocidas de maltrato, incluido el acoso escolar (“bullying”), dejan huellas indelebles en la personalidad y autoestima de los niños agredidos.
- Es indispensable creerle a los niños cuando informan que han sido maltratados.
- Las leyes vigentes incluyen sanciones, no solo para los maltratadores, sino para quienes con competencia de informar, no lo hagan oportunamente.
- Es inaplazable la divulgación de los mecanismos de buen trato en todos los grupos de edad de la población.
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