Durante un programa especial de ¿Quién quiere ser millonario? en el que participan figuras de la política, el veterano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Wolfgang Bosbach, consideró que la canciller Angela Merkel podría saber la respuesta a una pregunta sobre la vida en la República Democrática Alemana (RDA) y utilizó el comodín de la llamada para consultarle.
Fueron a buscar su móvil al guardarropa y llamó al móvil de la Canciller hasta en dos ocasiones, pero… saltó el contestador. La cadena de televisión había anunciado desde primera hora de la mañana que durante el programa de la noche Bosbach llamaría a la Canciller, sin desvelar si ésta respondería o acertaría.
Bosbach optaba a 500.000 euros, pero, aunque le dejaron hacer una última llamada, no pudo acertar la respuesta, con lo que ganó finalmente 125.000 euros que repartió entre diversas organizaciones con finales sociales. La pregunta que quería dirigir a Merkel versaba sobre la segunda función que tuvo en muchos hogares de la RDA la legendaria lavadora WM66: generar calefacción, aspirar el polvo, conectar con emisoras de radio del Oeste o hacer conservas de frutas. La última opción era la correcta, ya que la WM66, un modelo de carga superior de gran éxito en los años sesenta y setenta en Alemania Oriental, permitía calentar el agua en la cubeta hasta altas temperaturas sin que se pusiera en marcha la función de lavado.
Desde la Plaza/ El Confidencial/ AMH