La intolerancia y la estupidez no están suscritas a un solo lugar del planeta, en este siglo, en los pasados y seguramente en los que están por venir muchos serán sus victimas. Así como también, algunos pueden evitar caer en su juego, usando la inteligencia, el talento y la creatividad.
Dalton Trumbo no fue una victima, aunque fue perseguido, hostigado, encarcelado y obligado a permanecer trabajando en el anonimato por muchos años. El guardó su dignidad, su autorespeto y el amor por su profesión para seguir de pie a pesar de las circunstancias. Enfrentó durante largos años las acciones del “Comité de Actividades Antiestadounidenses” quienes perseguían a todos los “comunistas” que intentaban “acabar con el país”.
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La intolerancia tiene muchos nombres, también incontables representantes, en Hollywood esta caza de brujas dejó a muchos sin trabajo y precisamente eso es lo que se cuenta en esta cinta dirigida por Jay Roach y escrita por John McNamara basada en el libro de Bruce Cook.
No tienes que saber de historia de Norteamérica ni tener ideas políticas particulares para comprender el absurdo que representa quitarle a un hombre su trabajo, su carrera, su nombre y todo lo que ha forjado en la vida por nada.
O mejor dicho debido a la intolerancia, la cual es una forma de crueldad, la más sutil y por ende la más poderosa.
En “Trumbo” se permiten mostrar y señalar con nombres y apellidos a todos aquellos que de una forma o de otra participaron en la caza de brujas de aquella época no tan dorada de Hollywood. Personajes como John Wayne o la actriz devenida en periodista Hedda Hopper no quedan muy bien parados en este filme que describe de una forma creativa y sensible la argumentación de un hombre para defenderse de acusaciones insólitas.
Los años cuarenta parecen muy lejanos en el tiempo, así como para la mayoría tal vez la historia de un guionista de cine les podría resultar distante, sin embargo “Trumbo” no es solamente una cinta biográfica, es una película que reflexiona sobre el poder del miedo a las ideas de los otros, el odio, la intolerancia y la estupidez.
Aunado a esto es una demostración de que nunca ningún medio externo, puede acallar el talento legítimo. Eso al menos me llena de esperanza.
Muy buena actuación la de Bryan Cranston, más conocido por sus roles en diversas series de televisión que por su trabajo en el cine: “Cuando uno interpreta un hombre perseguido por defender las libertades civiles, lo último que uno quiere es transformarlo en Superman. Las hijas de Trumbo no me han ocultado su mal humor. Trabajaba, fumaba, bebía bastante. No dormía lo suficiente, se descuidaba, todo lo que aceleró su muerte. Todos queremos realizarnos, pero tenemos que cuidar a los afectos para no ser, después, devorados por el arrepentimiento” dijo el actor en una entrevista publicada por Clarín.
Ambientación acorde y mejor música hacen de esta cinta una ocasión para disfrutar.
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-En Guilty by Suspicion (1991) también llamada “Caza de brujas” el director de cine, David Merrill (Robert De Niro) es presionado por el “Comité de Actividades Antiestadounidenses” quienes se encargan de convertirlo en un paria.
-En “The way we were” (1973) la cinta de Sydney Pollack protagonizada por Robert Redford y Barbra Streisand, la historia de amor se ve enturbiada por el miedo a ser victima de la caza de brujas en Hollywood.
DesdeLaPlaza.com /Luisa Ugueto L
@Luisauguetol