¿Te imaginas que mientras duermes la siesta, al despertar lo hagas en un horno crematorio?
¿Espeluznante verdad? Pues bien, esto le ocurrió a Henri Paul Johnson, un empleado de la morgue del Condado de Jefferson, en Beaumont, Texas (EEUU).
Según el Departamento de Policía de Beaumont, Johnson, de 48 años, decidió tomar una siesta en una camilla después de trabajar dieciséis horas seguidas.
Mientras dormía, otro empleado lo confundió con el cadáver de una víctima de un accidente de coche de 52 años y lo llevó al crematorio.
Antes de que nadie pudiera notar el error, ya había sido expuesto a temperaturas que oscilaban entre los 1400 a 1800 grados Fahrenheit (º F) y reducido a cenizas.
Jenna Davis, una de las compañeras de trabajo de la víctima, dice que lo escuchó gritar durante unos 15 segundos después de que el crematorio fuera activado.
“Al principio, no entendíamos de dónde venía el sonido. Cuando nos dimos cuenta de lo que estaba sucediendo, era demasiado tarde. Cerramos el sistema de calefacción, pero ya estaba muerto”.
Davis afirma que el joven compañero de trabajo que causó el accidente era un empleado nuevo, por lo que la policía ha abierto una investigación para determinar las circunstancias exactas que rodearon la muerte de Johnson.
Los investigadores no descartan la posibilidad de presentar cargos penales contra el empleado que causó la muerte de Johnson, en el que podría ser acusado de ‘negligencia criminal’.
Según el portal web ‘el ciudadano’, la empresa funeraria tiene parte de la culpa de esta muerte, por someter a un trabajador a 16 horas seguidas de trabajo, pero por otro lado cuestiona, ¿A quién se le ocurre tomar una siesta en la camilla de una morgue?
DesdeLaPlaza.com/El ciudadano/RS