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Televisión venezolana: Años 50, ingenuidad ante la malicia

Televisora Nacional, canal 5 (canal estatal, 22 de noviembre, 1952) – Televisa, canal 4 (primera televisora comercial, 30 de mayo, 1953) Radio Caracas Televisión (15 de noviembre, 1953) Televisa del Zulia, Ondas del Lago Televisión.

El próximo 22 de noviembre se cumplirán 63 años de televisión en Venezuela. Es hora de recordar su historia.

Conocer las tecnologías previamente, y saberlas utilizar, es una lección que debieron aprender los ciudadanos, empresarios y funcionarios, que recibieron la televisión en Venezuela, redondeando, en 1953, vista por aquella Venezuela, según un autor, como un ‘gadget del progreso’, es decir, un invento más que había que tener, sin haber estudiado el inmenso poder que ella tendría en la formación (o deformación) de un país.

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La televisión llegaba a Venezuela, iniciando los cincuenta, como un nuevo medio de difusión masiva que fue adquirido por el gobierno militar con la única intención de modernizar el país. Se aprendió a manejar, pero no a conocerlo, se recibió sin participar, sin hacerle preguntas sobre lo que  transmitía, con total ingenuidad.

Una ingenuidad que, a pesar de todo, trajo bondades. Esa primera televisión proyectó a Venezuela de modo artesanal, sin empresarios que vieran en este medio mayor negocio, y sin la ‘cartilla’ del adoctrinamiento capitalista, que llegaría con fuerza años después.

La Televisora Nacional, primera señal del Estado venezolano, y primera señal de la televisión emitida en diciembre de 1952, transmitió programas como “El cuento musical y La canción venezolana”, allí desfilaron  Alfredo Sadel, Las voces blancas y Juan Vicente Torrealba, también espacios como “El cofre del saber”, o “Abajo cadenas”.Incluso Radio Caracas Televisión, nacida a finales de 1953, transmitió espacios humorísticos inspirados en lo venezolano como “Frijolito y Robustiana” y “Qué lindo es quererse”.

La televisión venezolana nació proyectando a la Caracas que apenas abandonaba sus techos rojos, al hombre del liqui-liqui y alpargatas; a la riqueza musical y la danza hecha en Venezuela, y las grandes obras de nuestra literatura a través del programa ‘El teatro televisado’.

Suerte, es la palabra con la que podríamos definir a la televisión de los años cincuenta, un invento que nos llega de la mano del capitalismo estadounidense, con el fantasma de Goebbels, artífice de la propaganda nazi (valga decir, de los métodos que usa la publicidad y el marketing político de hoy) pero en una Venezuela de valores, de honestidad casi innata en el pueblo que, aún analfabeto, explotado, y sin derechos básicos y fundamentales, sabía lo que no había que hacer. Quienes aportaron la televisión a Venezuela lo sabían, y en la siguiente década, comenzaría a verse cuánto lo sabían.

 

DesdeLaPlaza.com / Ennio Di Marcantonio D.G.

Periodista – PNI – Músico

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