La imagen es, sin lugar a dudas, el arma más poderosa de los que protestan contra la injusticia. No hay nada como la foto de un policía propinando un rolazo gratuito a una estudiante o arrastrando con violencia a una anciana sin casa para remover conciencias. Los poderes lo saben y por eso las tarjetas de las cámaras se requisan y las memorias de los móviles se borran. Si no hay testimonio gráfico, no ha sucedido.
En el futuro, todo apunta, será todavía más sencillo. Apple lleva años trabajando en un sistema que permitirá deshabilitar las cámaras de los futuros iPhone en manifestaciones, protestas y todo tipo de eventos reivindicativos. O al menos eso es lo que se deduce de esta patente, en manos de la firma de la manzana mordida.
Básicamente, si llega a ponerse en práctica, funcionará como un perímetro de seguridad, “modificando ciertas funcionalidades o aspectos operativos de los dispositivos inalámbricos” cuando el propietario acceda a un área predeterminada, especialmente Iphone.
Por ejemplo, las autoridades podrían hacer que el teléfono sea incapaz de conectarse con otros dispositivos a través de internet o forzar que entre en ‘modo avión’. O, aún más sencillo, podrían apagar todas las cámaras alrededor de un punto estratégico (por ejemplo, el Congreso de un país).
Por supuesto, al tratarse de una patente, nadie puede asegurar que este sistema se vaya a utilizar alguna vez, o que vaya a estar habilitado en las próximas versiones del iPhone. Es simplemente algo en lo que Apple trabaja o ha trabajado y, por lo tanto, algo que potencialmente podría acabar viendo la luz en un futuro. Un futuro distópico y orwelliano, para más señas.
Desde la Plaza/ Público / AMH