¿Qué pasaría si cuando llegas tarde a una cita, faltas al gimnasio o no estudias, la pulsera que llevas en la muñeca te diera una pequeña descarga eléctrica?
Ese es el objetivo de Pavlok, una banda inteligente que desea crear hábitos en las personas a través de refuerzos negativos que los llevan a tener nuevas prácticas diarias.
“Hasta el momento, sólo existen pulseras que llevan un conteo de tu vida: cuántos pasos das, cuántas horas duermes, cuántas calorías quemas. Pero ésta es la primera smartband que no sólo conoce tu comportamiento, también lo modifica”, dice su creador, el emprendedor Maneesh Sethi.
El funcionamiento de Pavlok, cuyo nombre alude al fisiólogo ruso Ivan Pavlov, es sencillo: la pulsera, con un peso de menos de 100 gramos, se enlaza con una aplicación de tu smartphone (iOS y Android, por el momento), y verifica la lista de actividades que hayas puesto como objetivo: correr 5 km, llegar puntual a la cita de las 8:00 am o estar en la escuela antes de las 10:00 am. La pulsera, con sensores GPS, verifica tu posición y movimiento; si ‘descubre’ que lo no has hecho, lanza una pequeña descarga eléctrica para ‘castigar’ tu falta de compromiso con el objetivo.
“Hasta el momento no hemos definido la cantidad exacta de voltaje que utilizaremos, pero es 100% seguro y no lastimará en absoluto la piel del usuario, ni generará secuelas”, explica Sethi, quien es autor de libros sobre liderazgo y ambiente laboral.
El primer sujeto a prueba de esta pulsera fue el mismo Sethi, quien utilizó Pavlok durante un mes en el verano y eso lo hizo bajar 15 kilogramos, con el objetivo exacto de correr todos los días por la mañana. Sethi explica que este tipo de refuerzos negativos ayudan a iniciar un hábito, mientras que refuerzos positivos, ayudan a mantenerlo.
“No estoy diciendo que tengan que utilizar este dispositivo para cada objetivo nuevo que se proponga la gente, sólo es una pequeña ayuda para iniciar su compromiso”, agrega.
El gadget, que estará listo en el último trimestre del año, cuenta con el apoyo de inversionistas ángeles de Silicon Valley, que han aportado poco más de 200,000 dólares para ayudar al proceso de investigación y manufactura.
La psicóloga especialista en terapia conductiva Sayil Sandoval, explica que a pesar de que, en teoría, la pulsera puede funcionar, no existe un modelo de negocios para este proyecto.
“Es una pulsera que sólo puede tener una iteración en el mercado, porque la siguiente versión no puede poner más voltaje o agregar otras metas. Es algo que funcionará en una sola ocasión y la gente debe estar convencida que algo así cambiará sus vidas o no funcionará”, dijo.
El gadget tendrá un costo de 249 dólares para su versión prototipo y, al inicio de 2015, habrá una versión para consumidor final por 199 dólares, cercano a 2,600 pesos.
Desde La Plaza / CNN / JT