Las sagas cinematográficas se niegan a morir debido a un interés comercial o -seamos ingenuos- tal vez a causa de la nostalgia o el deseo de seguir contando una historia que posee mil posibilidades.
Pronto se estrenará otra secuela de Rocky: Creed (2015), protagonizada por Stallone y este diciembre llegó a las salas de cine la muy esperada Star Wars: El despertar de la fuerza.
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Cuando surge una nueva secuela de una saga reconocida y famosa como este clásico, creado por George Lucas en la década del setenta, es probable que ocurran dos situaciones: la primera es que el público la rechace al compararla con sus predecesoras, la segunda es que debido a la predisposición positiva que se tiene hacia las anteriores, el público la reciba con entusiasmo y verdadero placer.
Creo en la predisposición, si algo te ha gustado, recibir más de lo mismo no te molestará, por el contrario existen muchas posibilidades de que te guste, incluso si tal vez sea un paisaje conocido sin novedad ni algún elemento sobresaliente.
“Estamos en casa” dice Han Solo a Chewbacca en el tráiler de esta cinta, frase que de seguro muchos de los fanáticos que colman estos días los cines para verla han repetido para sí mismos, pues el resultado de esta nueva entrega complacerá a los fieles admiradores de este relato de ciencia ficción, pues aunque con nuevo director sabe conservar la esencia de las cintas anteriores.
J.J. Abrams dirige esta entrega del clásico de Lucas generando en el espectador emociones similares que las que despiertan sus predecesoras, en esta ocasión apuesta mucho más por la aventura y la lucha por el poder que siempre genera -en todo tiempo y espacio- la universal confrontación entre buenos y malos:
“La idea de que la lucha entre el bien y el mal va a continuar está muy clara en el legado de Star wars, porque el principio básico es que la oscuridad y la luz han estado luchando entre sí durante miles de años” afirmó el director para una entrevista en el diario La Vanguardia.
Abrams trabajó en el guión de la cinta junto a Lawrence Kasdan (guionista de El Imperio contra ataca y El regreso del Jedi) y Michael Arndt tratando de mantener la esencia de los personajes pasados y creando una identidad verosímil para los que pertenecen a la nueva generación.
Asímismo, dándole coherencia a la historia y continuidad con respecto a la tradición de estas películas que tienen ya décadas vivas en el imaginario colectivo.
Afortunadamente para sus fanáticos, El despertar de la Fuerza, trae de vuelta las situaciones de sus predecesoras sin perder el brillo y sobre todo exponiéndolas bajo la lupa del presente.
Los personajes nuevos conviven con los actores de las anteriores entregas logrando un universo mixto que busca seducir a un público nuevo y cautivar al de siempre.
La historia comienza 30 años después del “Retorno del Jedi”, pero no vale la pena hacer spoiler, la cinta es una combinación del pasado, el presente y la posibilidad del futuro en una historia cuyo tema a pesar del paso del tiempo sigue siendo el mismo: la lucha entre el bien y el mal, la utopía de una sociedad más llena de luz que de sombras.
No sé si la fuerza nos acompañe en el mundo real, sin embargo, si te acercas a las salas de cine tal vez encuentres un poco de ella.
DesdeLaPlaza.com/ Luisa Ugueto L @luisauguetol