Las redes sociales se han convertido en los últimos años en el instrumento perfecto para delincuentes de cualquier tipo. Desde la compra-venta de armas ilegales y de medicamentos prohibidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta ingeniosas estafas bancarias y el robo de la personalidad con el único fin de desvalijarnos la cuenta corriente.
Ahora es el turno de los traficantes de droga que utilizan Instagram, una de las aplicaciones para compartir fotos más seguidas por los internautas, para campar a sus anchas vendiendo toda clase de estupefacientes.
Durante la investigación realizada se encontraron más de una docena de perfiles de usuarios anónimos que, escondidos tras un nombre falso, comercializan con diversas sustancias ilegales. Una de las más demandadas es la marihuana. Los narcotraficantes suben fotografías de este material en bolsas plastificadas y gracias a un mensaje nos informan de la cantidad de la que disponen y de cómo conseguirla.
Como podemos ver en las fotografías, estos proveedores ilegales también comercializan con cocaína, MDMA y diversas drogas sintéticas, incluidas otras de prescripción médica como Xanax.
Desde La Plaza/La Vanguardia/AMH