A través de la red TOR (por sus siglas en inglés, The Onion Router), miles de personas acceden diariamente a un mundo oscuro y clandestino de información. TOR es uno de los principales portales para acceder a esta “red profunda”, que contiene información que no puede ser encontrada por los motores de búsqueda comunes como Google o Yahoo.
“En la red TOR puedes encontrar desde la colección completa de libros de Harry Potter hasta pornografía infantil o redes de mercenarios. Hay gente que la usa para subir poesía como si fuera un simple blog o personas que dicen ser periodistas o científicos que la usan para subir ‘investigaciones censuradas’”, dice un experto en esta red.
Afirman los expertos que TOR no es un mundo para los de corazón débil. Esas cosas que hacen del mundo un lugar sumamente doloroso, pueden estar en TOR, desde hackers y gente que está metida en la “deep web» hasta redes criminales, agencias policiales o de espionaje gubernamental y simples usuarios civiles que navegan igual como lo hacen en la internet que todos conocemos, pero acceden a información muy diferente.
TOR es básicamente una red de información, dentro de internet, que permite enviar y recibir información de manera codificada, lo que hace casi imposible definir el origen de los datos ni las identidades de los usuarios.
TOR usa un concepto totalmente diferente, el encaminamiento de cebolla. No se conecta directamente a la dirección a la que quiere llegar, sino que se conecta a través de varios nodos para llegar a la dirección deseada. Además la señal va codificada por lo que se hace muy difícil rastrear el origen.
Para acceder a TOR se necesita un navegador especial porque las direcciones de los sitios no tienen los conocidos dominios .com o .net, sino que usan la terminación .onion.
La forma en que opera esta red dificulta que las autoridades de los países puedan identificar a quienes suben contenido ilícito, y convierte a esta red en una especie de “espacio libre” para actividades que serían censuradas y perseguidas en la internet normal.
Desde la Plaza/NETNews / AMH