Cuando en la casa se hace un buen trabajo, el resultado se nota. El niño del video quería una «tablet«, él ya sabía que sus padres lo tendrían complicado porque la economía del hogar no estaba atravesando por su mejor momento.
Para su cumpleaños, sus padres le tenían preparados dos regalos, el primero de ellos, envuelto en un hermoso papel, parecía una tablet, el niño lo abrió y dentro se consiguió con una tabla, una tabla de madera común y corriente. Pero el niño lejos de molestarse o sentirse decepcionado, tras leer la nota que acompañaba el regalo, declaró que le sería de mucha utilidad, por ejemplo «para picar la carne«, y con un beso y un abrazo se lo agradeció a su madre.
El padre, que grababa la escena, le sugiere que abra el segundo regalo, que tenía toda la pinta de ser un par de zapatos. El niño contento con sus regalos, sonríe mientras abre su segundo regalo y es cuando se consigue, con la segunda trampa amorosa de sus padres: esta vez sí es la tablet que tanto quería.
No se lo puede creer, y lo que resta usted puede verlo, porque conviene que aprendamos y enseñemos a nuestros hijos: los padres harán lo que haga falta por su felicidad, pero la felicidad no depende de las cosas materiales, sino del amor.
Desde la Plaza/Tele5/AMH