Cada vez que una mujer se encuentra con su estilita de confianza, espera un verdadero cambio, por cualquier motivo se vuelve una cita de odontólogo, de terror. Y si has experimentado algún traumas con tu cabello, realmente no quieres saber más nada sobre ningún peluquero hasta que consigues uno que encaje en el patrón y te inspire confianza.
Ahora bien, ¿qué pasa en tú cabeza cuando ves a la persona que te va a cortar el cabello? Aquí los pensamientos más ridículos que tienen las chicas cuando van a cortarse el cabello:
- No le importa realmente que tan corto o que tan largo quede tú cabello
- Corta, como si nada, los cuatro centímetros de cabello que probablemente te tomó dos años que crecieran. ¡“Me mochará el cabello”!
- Y lo más drástico es que duele cuando te corta más centímetros del que debería
- No he utilizado mi plancha de cabello en tres días.
- Así que, básicamente, mi pelo está realmente saludable.
¡Demonios! ¿A quién estoy engañando?
- ¡Estoy a punto de gritar que cometí un pecado capital!
- ¿Quién le dijo que quería un estilo afro-rock para el resto de mi vida?
- No sé si estoy más nerviosa por el regaño sobre mi cabello maltratado, o por el corte en sí.
- Si te dije que quería cortarme sólo las puntas, ¿por qué sigues?
- ¿Qué demonios me hicieron en el 2001 que no he logrado recuperarlo?
¡Dios santo, eso fue hace 14 años!
- ¡Y mi pelo sigue corto desde entonces!
- Acéptalo, sólo respira, no está tan mal.
- Probablemente debería ponerme mi clip de extensiones de cabello ahora mismo.
- Los 15 minutos de “deja de aplicarle tanto calor a tu cabello” no es que estén mal, si ella lo dice… Ok: ¡Me vas a quitar sólo las puntas!
- Es casi la hora de la verdad.
¡Wow, mi cabello se ve tan largo y lindo cuando está mojado y suelto!
- Esto durará cinco minutos más, antes de que comience a cortarlo.
- ¿Por qué se me ocurrió alisarme el cabello para ir al trabajo?
- Tal vez mi pelo crezca si me aferro a este estúpido corte.
- Ahora tendré que ‘domarlo’ para ir a la oficina. ¿Qué salí ganando?
- Estas personas no se dan cuenta del problema. ¡Todo esto es mi culpa!
- ¿Acabo de escuchar que comenzarán a cortarlo?
¡Todo lo que puedo ver son mis cabellos cayendo al suelo!
- Uf, y yo que pensaba que usaría mis extensiones de cabello…
- ¿Debo decirle que lo corte más, de una vez?
- ¡Ja, ja! Sí, seguro.
- ¿Por qué es que sigue cortando?
- ¡Ni siquiera ha llegado a los lados de mi cabeza y ya veo la catástrofe!
- Esto no está nada bien.
- Podría, literalmente, hacer unas nuevas extensiones con el cabello que está en el suelo.
¿Por qué no escucho que están secando mi cabello?
- Oh, bien, ahora está enmarcando mi cara.
- No estoy muy segura de lo que está enmarcando, teniendo en cuenta que casi me dejó calva.
- OOH, DIOS MÍO.
- ¿Qué pasa si la gente confunde estas piezas laterales con el flequillo?
- No puedo esperar hasta que ella corte la parte delantera para sacar un par de lágrimas sin que ella lo note.
¡¡¡NO PUEDO PEINARME EL FLEQUILLO!!!
- Bien, este será mi escudo de comodidad durante el próximo minuto.
- No importa lo que haga, voy a ir a casa, lavarme el pelo y llorar mientras me imagino el estilo que quería.
- ¡No me importa si dicen que es el mejor peluquero del mundo, mi cabello nunca se verá como quería!
- ¿Por qué ni siquiera se molestan en preguntar si te gusta antes de que lleguen al ‘retoque’?
- ¿Es muy descabellado sólo querer que lo alisen un poco al secarlo?
- ¿Para qué me pregunta si quiero rizos, ondas o el cabello planchado?
Yo, literalmente, quiero lo que sea más rápido para poder irme a casa a llorar y autocompadecerme. ¡Este es el peor día de mi vida!
- No es de extrañar que me corte el pelo una vez al año
- Todos mis pensamientos los mantengo en lo que me recomendaron: “Tu cabello crecerá si lo cortas más”.
- Estoy segura de que tiene sentido ponerle un tratamiento a mi pelo, pero para mí, eso suena como una sentencia de muerte.
- Preferiría haberme pintado la raíz a esto…
- Suena como una tontería.
¿A quien le importa? Es mi pelo con un corte ‘moderno y fácil de mantener’
- Es la hora de hacer promesas vacías sobre deshacerme de mi plancha de cabello.
- Tal vez la próxima vez las cosas sean diferentes.
- Y quizá esta vez voy a aprender mi lección.
- ¿A quién demonios estoy engañando?
- ¿Alguien me podría conseguir un sombrero pronto?
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