Celeste es una mujer de 35 años de edad con un gran sentido de la espiritualidad y comunicación para el aprendizaje.
Llega un día a un mercado en crisis: Locales en mal estado, frutas en pésimas condiciones y la suciedad que resalta en sus espacios interiores. Decide montar un local, «La tiendita de Celeste», para la venta de bienes que fomentan la espiritualidad y la magia en la vida de los habitantes del mercado.
Ésta es la sinopsis del largometraje Celeste, la primera película-escuela que se realiza en el estado Lara, desarrollada por estudiantes del Curso Superior de Cine de Ficción de la Escuela de Cine y Fotografía (Cieca), instituto para la formación cinematográfica, videográfica y fotográfica en la ciudad de Barquisimeto, en el centro-occidente del país.
Se trata de un curso superior de cine de dos años realizado por estudiantes becados por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), para formar nuevos talentos del cine nacional.
Producción cinematográfica para niños
La sinopsis de la película Celeste la contó Luis Girón, productor general y docente-monitor del proyecto cinematográfico local, que se inició en 2013 y cuya culminación se estima para finales de 2016 con la proyección de la película en las salas de cine del país.
«La idea de la historia es colectiva», aseveró Girón, sentado en una de las aulas de esta escuela audiovisual, situada en la carrera 1 entre calles 3 y 4 de la Urbanización del Este de la capital larense.
La docente de Guion de la escuela, Bertha Fréitez, tomó posteriormente la idea y le dio «un giro mágico a la historia», agregó Girón, acompañado de algunos de los estudiantes del proyecto.
Los participantes de la propuesta se enamoraron de la historia por su alta carga humana, la solvencia del guion y por tratarse de un tema muy poco tratado en la cinematografía nacional, como el de la infancia y la juventud.
«Celeste es una película dirigida a niños, niñas y adolescentes», contó Girón. «Nos lanzamos en esta aventura porque en Venezuela y América Latina hay poca producción de cine dirigida a niños, niñas y adolescentes», precisó.
Un sueño colectivo
Francisco Mendoza es uno de los 20 estudiantes barquisimetanos del Curso Superior de Cine de Ficción del Cieca. Tiene 21 años de edad, y hacer cine siempre ha sido uno de sus grandes sueños. Celeste «ha sido una experiencia maravillosa», afirmó el joven.
«Desde hace algunos años, cuando comencé a preguntarme lo que quería hacer en la vida, siempre pensaba en el cine», aseveró Mendoza acompañada de Alejandro Olarte, otro de los estudiantes del grupo.
Francisco recordó que entró al curso por una grata casualidad. Un amigo le contó que el CNAC estaba otorgando becas para estudiar cine de ficción en el Cieca. El propósito era hacer una película – escuela. «Tenía una hora para llenar y mandar la planilla por internet. Eso hice», recordó.
Se postularon 133 jóvenes y en el proceso de selección quedaron 30, que comenzaron el proyecto experimental cinematográfico. Actualmente hay 20 estudiantes en el proyecto. Mendoza es uno de ellos.
«Para mí y mis compañeros, Celeste representa una gran experiencia, un crecimiento profesional y cumplir un sueño personal y colectivo de hacer cine» en el país, afirmó.
Olarte, por su parte, señala que el proyecto «para mí es el inicio de una carrera cinematográfica, que me la imagino larga».
El joven de 22 años de edad resaltó que su vida es la imagen, el cine, el video, la fotografía y toda expresión artística que da la imagen fija y en movimiento. «Amo el cine y quiero que sea mi vida», enfatizó el joven.
Primera película-escuela de Barquisimeto
Quizás Tesis (1996), del director chileno-español Alejandro Amenábar, es uno de los largometrajes más reconocidos como película-escuela.
Luis Girón recordó que esa historia fue el proyecto de grado de Amenábar para graduarse como cineasta. En esta cinta, que ganó el Premio Goya a la Mejor Película, intervinieron sus compañeros de estudio.
«No es la visión de película – escuela que tenemos ahora nosotros, pero es una cinta emblemática» de este tipo de experimento cinematográfico, dijo Girón.
Agregó que la película venezolana Libertador (2013), de Alberto Arvelo, que relata la vida de Simón Bolívar, tuvo elementos de película – escuela porque allí intervinieron estudiantes de cine del país.
En la Escuela de Cine de Mérida y en la Universidad Central de Venezuela (UCV), en Caracas, se han realizado películas con este formato pedagógico. Celeste es la primera que se hace en Barquisimeto.
Alta definición técnica
«Todas las áreas de la película son colectivas», aseveró Girón al incluir elementos como la dirección, la dirección de arte, la producción, la fotografía y el casting, entre otros. No obstante, en cada área hay un docente – monitor que se encarga de liderar los procesos.
Mendoza trabaja en la asistencia de producción. «Es una de las áreas que más me apasiona del cine, también la dirección», revela. «No todos los jóvenes tenemos la bendición de estar, a los 21 años, en la producción de una película», destaca.
Olarte, por su parte, es amante de la dirección de arte. «Hemos participado en cada una de las fases del proceso que se cumple para hacer una película», indica.
Celeste se encuentra actualmente en pre-producción. El 1º de junio de este año se iniciará del rodaje. El CNAC aportó 30% del presupuesto para la película, mientras que el otro 70% lo brindará el Cieca a través de convenios con el sector público y privado.
Se estima que la productora estatal Villa de Cine intervenga en el proceso de rodaje. La Escuela de Cine de Mérida también participará en la realización del largometraje, que será rodado en formato 2K, tecnología de alta definición en la imagen.
En Barquisimeto se hace cine con Celeste, pero también se hace escuela.
DesdeLaPlaza.com/AVN/Gvans