Son conocidos algunos de los efectos que la música puede provocar en las personas y no es necesario ser ningún científico para comprobarlo. Una canción triste puede provocarnos una sensación de terrible angustia hasta llevarnos al llanto, y una canción alegre puede levantar nuestro ánimo y hacernos sentir sensaciones de felicidad.
Sin embargo algo que no parece tan intuitivo y, puede ser más difícil de creer, es que la música pueda provocarnos ciertos efectos en el cerebro, similares a los que provocan algunas drogas, como la marihuana, la cocaína o el LSD. A este tipo de música actualmente se les conoce como Drogas Sonoras o drogas auditivas, las cuáles son capaces de alterar el sistema nervioso produciendo taquicardia, alucinaciones, ansiedad, mareos, vómitos, entre otros efectos.
Para que el efecto de las drogas sonoras sea óptimo se recomienda hacerlo en un ambiente tranquilo y con auriculares.
Ahora seguro te preguntas, ¿cómo es que sucede esto? o ¿por qué causan esos resultados?, y la respuesta es que: se debe a la utilización de ondas sonoras binaurales (el término «binaural» significa, literalmente, «escuchar con dos oídos») que causan efectos en nuestro cerebro, alterando nuestro estado de conciencia, descubiertos en el año 1839 por el físico prusiano Heinrich Wilhelm Dove.
Dichos efectos se producen cuando recibimos distintos sonidos con frecuencias desiguales en cada oído (por ejemplo, escuchar algo de 600 Hz en el oído derecho y un sonido de 620 Hz en el oído izquierdo equivale a un pulso binaural de 20 Hz).
Cuando escuchamos una de estas llamadas drogas sonoras, la zona meso- límbica del sistema nervioso se altera (Esta zona es la encargada de gestionar y regular los estados de activación, relajación y nuestras emociones). Por lo tanto, al alterar esta zona, el funcionamiento de nuestro cerebro se ve modificado produciendo así, una sensación de mareo y confusión parecido al efecto de las drogas, según la página oficial de ondas binaurales.
Si bien es cierto, con solo tener una computadora, un reproductor de música o el mismo teléfono celular y usar unos audífonos, cualquier persona puede consumir este tipo de droga, lo que en poco tiempo ha hecho que la distribución de drogas sonoras se convierta en una industria, popularizándose principalmente en: EEUU, México, Brasil, China y España.
Así por ejemplo existe un portal que las ofrece llamado I- Doser que funciona como expendedor de dosis de todo tipo de drogas en forma de archivos de audio, son creados por expertos en psicología y producción musical que conocen muy bien los efectos reales de las drogas en el cerebro, que el usuario debe descargar para conseguir precisamente al escucharlo, el mismo efecto del nombre de la droga que representa. Hay canciones que prometen el mismo efecto que la marihuana, la cocaína, el crack, el éxtasis o la heroína. Pero para conseguir el efecto deseado han de cumplirse varios parámetros, el primero de ellos es estar relajado y dispuesto a experimentar esa sensación, el segundo, escucharlo a través de unos auriculares y por último permanecer durante toda la música con los ojos completamente tapados, asimismo cada archivo de sonido tiene un costo entre 6 y 8 euros.
A pesar de que la musicoterapia es un tratamiento que se ha comprobado científicamente a través de diversos estudios clínicos para el tratamiento de Insomnio depresión, ansiedad, falta de concentración, autismo y otras patologías, aún no hay estudios científicos que comprueben los daños o adicción a largo plazo que puedan causar las drogas sonoras.
DesdeLaPlaza.com/AM