Uno de los requisitos de ser el nuevo Mesías es la habilidad de repartir milagros para ayudar a los menos desafortunados. Es una causa noble, curar a los leprosos y revivir a los muertos con solo tocarlos, pero las leyes de la naturaleza siempre se interponen cuando alguien quiere hacer algo así de lindo por el prójimo.
Entra Kanye West en la escena, también conocido como Yeezus. Los conciertos que ha ofrecido el rapero en las últimas semanas han quedado en los libros de historia para toda la posteridad. Pocos artistas en la actualidad pueden ofrecer un espectáculo del calibre de Kanye, así que es natural de que pida a todos sus asistentes que muestren su apreciación a su talento divino, aunque sea bailando.
Durante su más reciente escala en Sydney, Australia, el viernes pasado, Kanye le pidió a todo su público que se pusiera de pie para bailar, y que no iba a reasumir el concierto hasta que toda la audiencia -literalmente toda la audiencia- se hubiera levantado de sus asientos, “a menos de que alguien tenga un pase de discapacitado y obtengas estacionamiento privilegiado y esa mierda,” aclaró el señor West.
Y bueno, Kanye tomó nota de dos personas entre el público que no se animaban a pararse a pesar de las insistencias del rapero. Incluso llegó al punto de enviar a uno de sus guardaespaldas para averiguar el motivo de su desobediencia civil. Uno de ellos finalmente levantó sobre su cabeza una prótesis de pierna y Kanye le dio luz verde para permanecer en su asiento.
Después de verificar que, después de todo, sí tiene uno que otro fan en silla de ruedas, el rapero pudo reanudar el concierto.
Desde la Plaza/Sopitas/AMH