Éstos panas no están jugando carrito. No son como esos artistas pura pose para la foto y hace mucho rato que no se comen los cuentos de fama de la industria del entretenimiento. A cuatro años de haberse juntado, son un ejército de cultoras y creadores que lo mismo rasgan un cuatro que una guitarra eléctrica.
Tienen un nombre de guerra: Frente Nacional de Bandas Rebeldes (FNBR) y en él están anotados desde el joropo recio de Vidal Colmenares hasta el rock de Paul Gillman. Con extensiones en 22 estados del país (búsquelos por Facebook) hoy son poco más de 1.600 agrupaciones musicales las que integran sus batallones.
El FNBR es un movimiento que se encarga de agrupar colectivos y bandas de todo el país. Una sola condición es la que ponen: que sean revolucionarios y profundamente chavistas.
Surgieron como iniciativa orgánica en Caracas, pero fueron los zulianos, dicen ellos mismos, quienes realmente cuajaron la idea de expansión.
Luego, llegaría el Colectivo Bandas Independientes (Cobain), liderado por Alan Violet. Acto seguido se sumó a filas la región llanera. “Ellos lograron concretar una iniciativa que no ha sido igualada en efectividad y tenacidad: unificar cinco estados bajo la responsabilidad del líder político nacional, Ricardo Puño Alzao, quien impartió una cátedra orgánica revolucionaria desde el primer día de su adhesión”.
“La Liga éramos nosotros mismos”, dice Javier Maestre. Él, forma parte de la conducción nacional del FNBR. Para más señas se define militante de la revolución chavista, músico, productor y tatuador con más de 20 años de tinta en las manos.
Como este sábado 15 de agosto celebran los cuatro años de combate, hablamos con Javier sobre el país, la música, los artistas y el Frente… más o menos la cosa fue así:
–Hay iniciativas que arrancan con mucho apoyo, mucha plata y terminan no natos ¿Cómo es la historia de ustedes?
-Comenzamos sin nada de presupuesto y es algo que se mantiene hoy en día. Creo que eso nos ha ayudado a mantenernos más unidos.
-¿Y qué es lo que tienen?
Una guía que se llama Hugo Rafael Chávez Frías y una bitácora que se llama Plan de la Patria. Para nosotros éstas son dos herramientas que hacen posible que cada día seamos más sólidos. El Frente Nacional de Bandas Rebeldes un colectivo de colectivos y nuestra fortaleza radica esencialmente en la diversidad. Nosotros sabemos que hubo muchos movimientos previos a nosotros, gente que intentó alianzas en el ambiente musical que no se consolidaron. El frente recoge su experiencia y vamos por la venganza de ellos.
–La Liga fue una de esas experiencias que no cuajó ¿Qué les enseñó?
-Muchas cosas. Una de ellas que no podemos trabajar con músicos o bandas que se asumen escuálidos. Porque ellos tienen intereses muy personales y los nuestros son colectivos.
–Cuando un colectivo se acerca al FNBR o ustedes a uno de ellos ¿Qué es lo que buscan?
-Lo que nos junta es el trabajo que social que se realiza. Dicho de otra forma: la gestión cultural. La visión de país compartida y la creencia de que no nos impongan una visión, sino que la construimos desde abajo, desde las bases.
-¿Cómo responden ustedes al discurso instalado de que un artista no tiene nada que ver con la política?
-Si, está instalado porque ese discurso tuvo más de 40 años de práctica, en el período de la democracia representativa. Hasta que vino Chávez y derrumbó todos esos conceptos. Nosotros somos músicos, pero también ciudadanos y ejercemos nuestros derechos políticos. Todo nuestro accionar es una accionar políticos y estamos prestos al socialismo porque es la filosofía de vida de compartimos. Los que dicen que no son políticos están prestos a las ideologías de derecha. Pero como la derecha no llena de orgullo sino de vergüenza, entonces prefieren decir que no son políticos.
-¿Y cómo hacen cuando comparten tarimas con músicos escuálidos. Si es que los invitan a conciertos organizados por privados?
-Lo que pasa es que en los conciertos organizados por organismos públicos, es donde más escuálidos contratan. Eso es una realidad. Y otra realidad es la inclusión siempre del chavismo. Tu no vas a ver, por ejemplo, a Dame Pa’ Matala en la alcaldía de Chacao o a Seguridad Nacional en el Centro cultural Chacao, eso no va a pasar. Y aun así ellos nos llaman sectarios y excluyentes.
Estas es una opinión mía, de Javier Maestre, no es del Frente. Siempre que incluimos en los conciertos a uno de ellos (escuálido) estamos excluyendo a uno de los nuestros. Uno que milita con nosotros, que piensa como nosotros y creamos decepciones. Yo quisiera, en la mayor medida, decepcionar lo menos posibles a nuestra gente.
-El trabajo del FNBR tiene una fuerte presencia en los liceos ¿Qué encontraron?
-Hicimos el Festival Música para Todos. Nos encontramos con 6.000 talentos de todo el país, vamos rumbo a los 8 mil. Descubrimos que esos chamos son más que nosotros, tocan mejor y están clarísimos políticamente.
-Con éste aniversario ¿Qué se plantean?
-Seguir profundizando nuestros objetivos puntuales del FNBR: Visualizar a los músicos de la izquierda revolucionaria. Apoderarnos de los medios de producción.
Velar por la dignificación de los cultores. Y la instalación de fábricas por todo el país.
-¿Fábricas de instrumentos?
-No sólo eso. Fábricas de todo tipo. Nosotros somos músicos, pero también tenemos familia, comemos, nos vestimos… creemos que la revolución nos ha dado mucho, por ejemplo esta inspiración que llevamos por dentro y queremos darle nosotros a la revolución. Creemos que las tetas del Estado se están secando y creemos en la productividad de nuestro sector.
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La rumba es en el Auditorio de la Biblioteca Nacional, 5 PM. No es sólo música y guaguancó. Si usted quiere ver en qué anda el FNBR, dése una vuelta… lo que va a quedar es timbrao…
DesdeLaPlaza / Ernesto J. Navarro – Premio Nacional de Periodismo 2015
Fotos: Daniel Tineo