Carlos Baute lleva una larga temporada tratando de venderse como un ciudadano probo que quiere que «la dictadura» que gobierna en su país natal, Venezuela, salga de allí y vuelva el respeto a los derechos y libertades. Esa misma vehemencia, no la demuestra a la hora de solidarizarse, por ejemplo, con las miles de familias españolas– pues desde hace años vive en España- que los bancos tiran a la calle, porque por 100 o 200 euros, les ejecutan las hipotecas. Pero bueno, se puede pensar que eso no es su problema, pero ¿y su hijo?
Es que resulta, que el «ejemplar ciudadano» que pretende ser el artista, no es tan «ejemplar» como padre, porque su hijo ha tenido que demandarle, si señor, el hijo «secreto» de Carlos Baute, que se llama José Daniel Arellán ha interpuesto una demanda al cantante por 90 mil euros en concepto de alimentos e indemnización por daños moral, además de exigir el pago de una pensión de 900 euros al mes, durante cinco años. El total de la demanda asciende a 144 mil euros, que le reclama su propio hijo que vive en muy malas condiciones, según ha dicho, a sus 24 años.
La demanda, cuyo contenido fue conocido por algunos medios españoles, expresa temas muy penosos y dolorosos para el demandante, que de ser ciertos (y pareciera que lo son), convierten a Baute, no sólo en un pésimo padre, sino en un ser humano penoso, irresponsable, y cruel: «En la actualidad el desconsuelo es innegable y ese daño se agudiza cuando, tras el reconocimiento de paternidad, mi demandante no ha tenido noticias del Sr Baute. El demandado sigue desatendiendo sus funciones como padre; funciones que ha eludido antes y después del mencionado reconocimiento de paternidad». Y añade el daño moral que la actitud de Carlos Baute está causando en el demandante: «No sólo no le invitara a su boda, sino que además en varios reportajes declare sus ganas de ser padre y su deseo de formar una familia. Declaraciones desgarradoras para un hijo que sigue sufriendo un desinterés pleno por su padre».
También se hace referencia en el texto a los apuros económicos por los que está pasando el joven. «Actualmente mi demandante se encuentra en una situación económica de extrema necesidad, como se puede deducir por los documentos aportados, El Sr Arellán cuenta en la actualidad con 24 años, y tiene las necesidades propias de un chico de su edad. Carece de medios por el abandono en que se ha encontrado toda su vida”.
Ojalá no se vuelva a pintar de colores la cara, y sea capaz de resolver con integridad un problema familiar, para que después salga, con la ropita lavada, a exigir derechos y libertades para todos. Primero que cumpla con los de su hijo, y ya después, vemos.
Desde la Plaza/ Europa FM/ AMH