Aunque cueste creerlo, la tumba de un hombre en un cementerio de París recibía más atención que la que muchos esperarían. Y es que el memorial de este ciudadano del siglo XIX es visitado día tras días por un grupo muy peculiar de visitantes.
Miles de mujeres cada año van a visitar la tumba de Victor Noir, ubicada en el cementerio Père Lachaise de París y no sólo eso, van a depositar una flor en el sombrero, tocarle los pies, frotar su área genital y besar sus labios, como una especie de ritual que concede a las féminas mayor fertilidad y una mejor vida sexual.
El ahora feliz muerto es un periodista del Siglo XIX que fue asesinado por un descendiente de Napoleón Bonaparte. Lo más curioso del caso es que la estatua del hombre, que está hecha de bronce, está completamente deteriorado en la zona genital, ante tanta tocadera, quizás.
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