“… soy una granada, algún momento explotaré y arrasaré con todo … No quiero hacerte daño”, con frases como esas Hazel trató de alejar a Augustus.
El sollozo a veces no me permitió escuchar los diálogos. Y es que con la película Bajo la misma estrella las lágrimas del público acompañan a la banda sonora de esta historia de amor, que todos deseamos pero con otro final.
Mi edad no importa, pero quienes llenaron la sala para disfrutar de esta cinta que está desde agosto la cartelera de Cines Unidos y ofrece más de cuatro funciones al día, eran jóvenes que no superaban los 18 años y seguramente se devoraron el libro en menos de tres horas.
Bajo la misma estrella (2012), escrita por John Green (EEUU, 1977), se convirtió en best seller en Estados Unidos y Europa, además se estrenó en la pantalla grande en 2014, donde actúan Shailene Woodley y Shailene Woodley.
La piel se eriza al encontrarse con estos luchadores y ponerse en los zapatos de una pareja de adolescente que luchan por el cáncer. Su amor va más allá del dolor físico, superan todas las adversidades para enfrentarse a su cruda realidad: la esperada y repentina muerte.
El amor sobrepasa sus días contados
Bajo la misma estrella la compone la desgarradora historia de Hazel Grace Lancaste que padece de un carcinoma de toroide con metástasis de pulmón y debe llevar un respirador artificial; y de Augustus Waters, joven de 16 años, que recibió quimioterapia por tumoración de óseo maligno, pero se lo erradicaron por la amputación de una de sus piernas.
En una fragmento de la película, se observa: bajo la luz de las velas en una romántica cena, Hazel vestida de azul y con su respirador escucha con atención a Augustus, quien se vistió con un hermoso traje negro: “Estoy enamorada de ti Hazel Grace … Sé que el amor es un grito en el vacío, que el olvido es inevitable. Todos tus esfuerzos por alejarme de ti fracasarán”.
Este largometraje recrea un viaje imaginario lleno de momentos explicito donde se detalla la felicidad, los sueños y el dolor. Son más de 60 minutos donde un hilo conductor se rompe en el momento menos indicado.
“Haz hecho una eternidad de mis días contados”, Hazel le dijo a Augustus en un fuerte abrazo sobre un puente.
Terminó. La sala prendió sus luces. Todos cabizbajos comentando esta película que me hizo llorar. Los jóvenes entre murmuros recuerdan el libro y se escucha una chica: “Ver la película fue mejor que leerla, pero volví a botar lágrimas».
Aquí el tráiler
Desde La Plaza/ RS