Desde que los Óscar comenzaron a ser considerados como los premios más importantes de la industria cinematográfica, pocas han sido las ceremonias que han estado exentas de polémicas, bien sea por situaciones mínimas como el “inapropiado” traje de una de las nominadas, hasta el rechazo de los ganadores a recibir la estatuilla y los discursos colmados de críticas sociales o políticas.
Por supuesto, la 91° edición que se celebrará este domingo en el Teatro Dolby de Los Ángeles, se une a la lista de escándalos.
Recordemos los escándalos más sonados de la historia de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas:
Gracias, pero no
Aunque sea difícil de creer, existen actores que han rechazado el premio Óscar una vez sabidos ganadores. El caso más conocido es el ejecutado por Marlon Brando en 1973. No aceptó su Óscar como mejor actor por El Padrino, argumentando la aparente discriminación de Hollywood contra los nativos americanos.
El actor envió en su lugar a la ceremonia a una nativa americana, quien leyó un discurso denunciando la discriminación.
También se dieron este lujo George C Scott, quien en 1970 no aceptó el galardón por mejor actor por su papel en la película Patton, diciendo que los Óscar eran algo «degradante». Mucho antes lo hizo Dudley Nichols por su guión de la película El Delator, debido a que el sindicato de guionistas estaba en huelga en esos momentos.
Desnudo ¿Por la paz?
En plena ceremonia de 1974, el fotógrafo Robert Opal, se infiltró y paseó desnudo por el escenario durante la ceremonia, hizo el símbolo de la paz para las cámaras y fue retirado del lugar.
Una acción bastante elocuente y muy de su época.
Pequeño pelón
En el transcurso de 91 ediciones sobran las equivocaciones, sin embargo, algunas han incurrido en acusaciones muy serias.
En 1934, cuando al maestro de ceremonias a quién le correspondía leer el Óscar a la Mejor Película simplemente dijo «ven y tómalo, Frank». El director Frank Capra subió raudo al escenario donde se dio cuenta que se trataba de otro Frank, de Frank Lloyd, que había ganado por su cinta Cabalgata.
Capra juró nunca más volver a la ceremonia. Pero como la lengua es el castigo del cuerpo, un año después estaba allí para aceptar su estatuilla por Sucedió una noche.
Otro caso conocido es el de la actriz Marisa Tomei que recibió el galardón en 1993. Efectivamente estaba nominada y fue nombrada como ganadora, ahí todo bien. Pero se cree que el galardón no le pertenecía y todo fue una maña del actor Jack Palance, el encargado de anunciar a la ganadora.
Y es que según las malas lenguas Palance estaba borracho y leyó el nombre que le vino en gana. Otras versiones de la leyenda cuentan que Palance abrió el sobre de las nominadas y leyó el primer nombre. La academia nunca admitió o desmintió el hecho.
Molestia de la comunidad gay
En 1991, la comunidad gay de Estados Unidos se sintió fuertemente ofendida luego de que la academia nominara a El silencio de los corderos y Bajos Instintos, dos filmes considerados altamente homofóbicos. La alfombra roja y la premiación se vio pasmada por las protestas.
“Fuera Bush”
En 2003, Michael Moore, ganador del Óscar a Mejor Documental por Bowling for Columbine, en lugar de dar los agradecimientos habituales, decidió utilizar su minuto para sacar su enojo contra la política del entonces presidente George W. Bush. El acto fue suprimido por música de orquesta.
Una broma de mal gusto
Una de las polémicas más recientes es sin duda la protagonizada por el actor Sean Pen durante los premios de 2015. Al momento de anunciar a Birdman como mejor película, aludió a su director, Alejandro González Iñárritú, diciendo: «¿Quién le dio a este hijo de puta su permiso de residencia?».
El comentario no fue bien recibido por la comunidad latina en EEUU, sin embargo, González Iñárritú no lo tomó a mal y dijo que era una broma “muy divertida” entre grandes amigos.
Feminismo presente
Los Óscar también han sido el lugar perfecto para promover la igualdad de género.
En 2015, la ganadora a mejor actriz de reparto por Boyhood, Patricia Arquette, también gano la ovación de pie de las féminas presentes, por su discurso en contra de la disparidad de sueldos, papeles protagonistas y oportunidades para las mujeres en la industria del cine.
“A todas las mujeres que han dado a luz, que pagan sus impuestos y que son ciudadanas de esta nación. Hemos luchado por los derechos de todos los demás. Ya es hora de que por fin todas tengamos el mismo salario y los mismos derechos en Estados Unidos de América”
¿Los argumentos? En el cine estadounidense la brecha salarial es tan grande que los actores mejores pagados suelen ganar el doble que las actrices más rentables. Pero no solo en dinero se cuenta en esta la divergencia. Las mujeres escriben el 13% de los guiones; o sea que el 87% está escrito por varones, mientras que los papeles protagonistas femeninos supusieron el 12% del total en las películas estrenadas en 2014.
Otro años más y la mesa está servida. Prepara tu control remoto y cotufas. Ya veremos.
DesdeLaPlaza.com /Agencias /ABD