A los tres años los padres de Martin descubrieron que su hijo no era como los demás. Sería un niño atrapado en un cuerpo de hombre incapaz de decir tres palabras seguidas. Martin padece un tipo de autismo severo.
Pero a los 21 años descubrieron que tenía un don muy especial: una voz privilegiada. La música le ha dado la palabra.
Martin Finn no puede hablar como cualquier persona de 21 años, no es capaz de hacer una frase coherente, sin embargo, puede cantar canciones, sin errores, que en su caso es algo inexplicable, pero además, Martin Finn es dueño de una voz impresionante.
Ahora ha grabado un disco y se dedica a dar conciertos por su Inglaterra natal y por todo el mundo.
Sus padres quieren recaudar el dinero suficiente para que reciba los cuidados que necesita cuando ellos no estén.
Desde la Plaza/Daily Mirror/AMH