Harrison Ford, tres semanas después de haber sido víctima de un accidente de avión en Los Ángeles, ha abandonado el hospital en el que estaba ingresado. El actor salió del Ronald Reagan UCLA Medical Center «la semana pasada», según uno de sus portavoces. De ahora en adelante emprende el «camino de la recuperación». Para ello Ford acudirá a un centro de rehabilitación. «Es un tipo sólido. Se recuperará», ha dicho el portavoz.
El accidente ocurrió el 6 de marzo en el campo de golf Penmar, a pocos kilómetros del aeropuerto de Santa Mónica. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles confirmó que Ford, de 72 años, era el único ocupante de la avioneta, un biplano amarillo de los utilizados para entrenamiento durante la II Guerra Mundial. El modelo ST3KR de Ryan Aeronautical había sido construido en 1942. El informe sobre el accidente hecho público días después aseguraba que “la avioneta sufrió serios daños tras el fallo en su motor y el subsiguiente aterrizaje forzoso”, subrayó el organismo. El accidente tuvo lugar a tan solo 244 metros de la pista que el aeropuerto le había proporcionado a Ford para su aterrizaje. En su descenso la avioneta se llevó por delante la copa de un árbol. Aunque el informe no menciona a Ford por su nombre ha sido confirmado oficialmente que el actor era el único ocupante de la avioneta.
El actor es habitual en el aeropuerto de Santa Mónica, donde tiene su propio hangar y desde donde suele comenzar sus vuelos. Este no es su primer accidente de avión. En el año 2000 sufrió otro percance, en este caso con un avión de seis pasajeros en Lincoln, Nebraska (EE UU). Un año antes tuvo un accidente de helicóptero a unos 90 kilómetros de Los Ángeles. El actor acostumbra a desplazarse con su propio avión o helicóptero presentándose incluso de esta forma a sus entrevistas, que en ocasiones realiza en el aeropuerto. En unas declaraciones a la revista National Geographic en 2008 Ford prefirió describir sus accidentes como “un duro aterrizaje”.
DesdeLaPlaza.com/El País/AMH