No todo lo que intenta ser un homenaje realmente lo es. Un biopic o película biográfica puede permitirse ciertas licencias al abordar una historia para cumplir el cometido cinematográfico, no requiere la rigidez histórica de un documental, sin embargo, no debe distorsionar la verdad con falsas afirmaciones y hechos que jamás existieron y que condicionan la imagen del personaje representado en el film.
Hace poco vi la cinta El Malquerido, dirigida por Diego Rísquez en “homenaje” a Felipe Pirela. No quisiera entrar en el terreno subjetivo de lo que puede ser una buena o mala actuación, o hablar sobre dirección de fotografía, planos y demás tecnicismos sobre lo cual no soy un experto para atreverme a dar mis opiniones al público. Solo me voy a referir a los hechos históricos:
Al comienzo de la película se dice que Felipe quería ser pelotero, pero era tan malo que desistió y se inclinó por el canto. Esto no es cierto, Pirela jugaba al beisbol con sus hermanos como cualquier niño que le atraen los deportes, pero historiográficamente queda muy claro, gracias a un buen número de entrevistas y documentos, que su vocación era la música. Con apenas 5 años ya mostraba que tenía talento para cantar, por lo cual su madre, Lucia Morón lo llevaba a las estaciones de radio. En la película aparece la madre de Luis Aparicio como auspiciadora del talento de Felipe, pero es mentira, ese puesto le pertenece a la cantante zuliana Teresita Antúnez, quién fue amiga de doña Lucia y llevó a Pirela a audiciones radiofónicas. De hecho, cuando Felipe viaja a Caracas en 1959 a probar suerte en la televisión y la radio, Lucia lo dejó a su cuidado.
A lo largo del film, nunca se indica directamente en que época se desarrolla la historia. Sin embargo, en varias composiciones gráficas con recortes de periódicos, usadas para establecer alguna línea de tiempo, se puede leer claramente el año 1958 y se muestran imágenes de Marcos Pérez Jiménez, lo cual no guarda ninguna relación con el tiempo en que Felipe Pirela da sus primeros pasos como cantante de la orquesta de Billo Frómeta. La temporada de Felipe con La Billo´s, comienza en junio de 1960 y termina en agosto de 1963, dos años después de caer la dictadura.
Tampoco es correcto que La Lupe, estuvo en Caracas en los meses de 1963 cuando el sello Velvet le propone a Pirela separarse de Billo. La Lupe visitó Venezuela en los carnavales de 1960, con el conjunto que dirigía su esposo Eulogio Reyes, y más tarde en 1965 con la orquesta de Tito Puente. La Lupe y Pirela alternaron en Nueva York en 1966 y 1968, pero nunca tuvieron un romance como pretenden hacer ver en la película.
Es falso que Pirela fuera descubierto por Billo en Maracaibo, en ese entonces (abril de 1960) vivía en Caracas y cantaba con la orquesta Los Peniques en Radio Caracas Televisión. La audición con Billo tuvo lugar en la casa del maestro en la urbanización Las Palmas.
Cuando se menciona la época de Billo se muestran las caratulas de sus discos como solista, como si no importara el hecho de que ese material no pertenece a ese momento histórico.
El personaje del actor Iván Tamayo es el disquero José Pagé, a quien se demoniza injustamente. Pagé es cubano y todavía vive, quienes lo conocemos no podemos validar en la actuación de Tamayo ninguna similitud con él. Aunque Tamayo es un buen actor y lo hizo bien, no caracteriza al personaje.
Es mentira que Pagé estafó y trató de manera inadecuada a Felipe. Velvet la compañía de José Pagé llevó a Pirela y a muchos otros artistas venezolanos como Héctor Cabrera a grabar en México con algunos de los directores de orquesta más importantes de ese tiempo, valga decir Chucho Rodríguez y Memo Salamanca. Pagé internacionalizó a Pirela y lo sacó de cuanto problema se metió en el Caribe. Es mentira que le hiciera firmar el finiquito de sus regalías por el incidente de República Dominicana.
Las cantidades de dinero a las cuales hacen referencia al hablar de deudas y contratos son ridículas, por ejemplo, en 1972 la suma de un buen contrato para un solista del estatus de Pirela era de unos 6.000 mil dólares, nada que ver con los montos exageradísimos de los que se hablan en el film.
Entiendo que cinematográficamente debieron simplificar los dos autoexilios de Felipe, pero no es verdad que llegó a República Dominicana la última vez que salió de Venezuela, el periplo real fue Colombia/Curazao y de allí a Puerto Rico.
A Felipe Pirela le gustaban los autos grandes, entre muchos otros tuvo un Buick Special y un Pontiac, pudieron haber buscado estos autos y no ese modelo que no tiene nada que ver con su época.
Es una imprecisión histórica ubicar a Nelson Ned y otros baladistas como competencia de Pirela en su compañía de discos, no es el mismo mercado y no eran artistas de Velvet.
Felipe no murió en una playa y tampoco en las circunstancias que narra el film. Pirela, su amigo, Carmelo López Ramos y Portabales pasaron la madrugada del 2 de julio de 1972 bebiendo de un bar a otro. A las diez de la mañana ya casi cuando se despedían, se suscitó una discusión entre el cantante y Portabales por una supuesta deuda de 700 dólares (no por 5000 como dicen en la película).
En la cinta se deja ver que Portabales inicia a Pirela en las drogas. Pero no es cierto, ya era notorio para muchas personas que Felipe mantenía algún nivel de consumo desde 1966, incluso, un periodista en una columna de Farándula del diario Últimas Noticias, asoma el rumor al escribir con ironía que Pirela usaba lentes de sol en la noche.
Jesús Miranda “Chino ” le da un enfoque muy personal al repertorio de Pirela y creo que podría lograr que algunas jóvenes se acerquen a esta música. No obstante, no actúa con solvencia y no representa bien al personaje. Felipe era de piel oscura, baja estatura, y aunque no todo el tiempo fue gordo, tuvo problemas para controlar su peso después de 1965, cuando apenas podía descansar por el gran número de compromisos pautados en diferentes países.
Según esta cinta, Pirela era un mujeriego sin remedio. Por prejuicios muchos se niegan a aceptar que Felipe era homosexual. Esta fue la causa que originó su escandaloso divorcio. Es una falta a la verdad que en el film, el detonante de los celos de Mariela fuera una foto en la prensa de su esposo besándose con otra mujer.
Este argumento fraudulento quiere ocultar los hechos reales que rodearon su vida y que la película no muestra para no dejar de ser políticamente correcta y herir la susceptibilidad del público que seguramente mira con mejores ojos a un Pirela aspirando cocaína que siendo él mismo en su sexualidad y psicología. Este fue el estigma que hundió su carrera en Venezuela, no tiene caso a la luz de este tiempo cuando todo ha cambiado seguir ocultándolo.
Debido a que no muestran la verdad, no se puede entender en la película cual es el drama y el dolor de Felipe, porque huye y es censurado en los medios de comunicación, simplemente lo muestran en una rueda de prensa en la cual anuncia intempestivamente que se marchará de Venezuela luego de unas cuantas preguntas flojas de los periodistas.
En la realidad Felipe anuncia su ida del país en una entrevista exclusiva para Venezuela Gráfica en 1969, tres años después del escándalo del divorcio, el motivo es el mal trato de los empresarios y el cerco a su carrera.
No aparecen los nombres de Porfí Jiménez, Estelita del Llano, Mirla, Lila Morillo, Javier Solís, Roberto Ledesma, Marco Antonio Muñiz, El Trío Venezuela, Renny o Blanca Rosa Gil, personajes que si forman parte de su historia.
Tomado del blog historiasdemusica.WordPress.com