El perro revolucionario que acompañaba a los estudiantes chilenos a las marchas, conocido como el Negro Matapacos, falleció la mañana del pasado sábado 26 de agosto atendido por profesional veterinario y rodeado de quienes lo querían y cuidaban.
El canino habría estado enfermo por su edad avanzada, por lo que su muerte era algo que ya se esperaba. En las marchas recorría entre los pies de cientos de miles de estudiantes y se ponía al frente en la represión.
Todos lo conocían en la Universidad Central, en la Universidad de Santiago de Chile (Usach), en la Universidad Técnica Metropolitana (UTEM), y siempre se disputaban cuál era su hogar, pero él «era callejero por derecho propio».
El espíritu del Negro Matapacos fue ícono de una generación que alegremente se reunía y tomaba Santiago y el país, en la lucha por la educación gratuita. Su simpatía entre la juventud se transformaba en odio contra los pacos cuando llegaba la represión.
Su nombre quedó inmortalizado en diversas iniciativas como: el documental que realizaron estudiantes de la Universidad Santo Tomás, el mural de la Escuela de Periodismo en la Usach, pintado por integrantes de 12 Brillos (del Museo a Cielo Abierto), y la agrupación de estudiantes de la Universidad de Chile, Vencer, que llevaba su imagen como ícono.
DesdeLaPlaza.com/La Izquierda Diario/KM