Luego de cerrar nuestro especial por el mes de la mujer, queremos volver a la década en la que nos hemos concentrado desde hace varias semanas, la de los años 60. Y aunque aún queda mucha tela por cortar, queremos hablar sobre un evento que marcó a esa época, a esa generación y al rock en general: El festival de Woodstock.
Por supuesto, es imposible hablar de este festival en una sola entrega, pero haremos una introducción a este concierto de gigantes magnitudes y luego iremos viendo diversos aspectos de este festival.
El 15 de agosto de 1969 arrancó el que seguramente es el concierto más recordado del siglo XX en la cultura pop. Luego de que Michael Lang, John P. Roberts, Joel Rosenman, Artie Kornfeld pasaron 6 meses preparándolo, arrancó Woodstock. Se extendió hasta el 18 de agosto y redobló las expectativas al convocar a 500 mil personas en los terrenos de una finca en White Lake, al norte de Nueva York. Y se dice que al menos 250 mil personas más no pudieron llegar.
No es de extrañar, lo que muchos vieron como un pequeño concierto sin mucha repercusión (incluidos los organizadores), terminó convirtiéndose en una congregación de protesta en contra de la guerra, a favor de la paz y, además, por solo 18 dólares en un concierto con un cartel de lujo. Por ello la asistencia fue multitudinaria: se formó una cola de 27 kilómetros de carros estacionados. La gente que iba de pasajeros tuvo que bajar a 24 kilómetros del lugar y caminar. Había al menos 100 mil personas acampando y de un saldo inicial de 500 policías renunció la mitad ante la imposibilidad de controlar a los asistentes.
No voy a ahondar en el cartel, pero por esa tarima pasaron artistas de la talla de Richie Havens; Joan Baez; Santana; Crosby, Still, Nash & Young; Joe Cocker; The Who; Jimi Hendrix; Jefferson Airplane; The Grateful Dead; Blood, sweat and tears; Creedence Clear Water Revival y Janis Joplin, entre otros. ¿Se imaginan? Todo un privilegio estar ahí oyendo uno tras otro.
Pero el festival también tuvo importantes ausencias. Algunos no se concretaron por no llegar a acuerdos de contratación y otros por sencillo descuido. Entre los que pudieron haber estado: The Doors, The Beatles, Led Zeppelin, King Crinsom, The Byrds y Bob Dylan.
Del festival también surgió un documental llamado Woodstock: 3 días de paz y música. Se filmaron más de 90 mil metros de cinta para este trabajo de 3 horas de duración. Entre sus productores estuvo Martin Escorsese y luego, en 1970, ganó el premio Oscar a mejor documental. Pero luego les hablaré con más detalle de este trabajo audiovisual.
Además de la relevancia que tiene el festival para el rock y la música en general, Woodstock fue una declaración política. En primera instancia sirvió de piso para la consolidación del movimiento hippie, que tenía años protestando contra la guerra en Vietnam y otras iniciativas guerreristas del gobierno de los Estados Unidos durante la época y los años porvenir. No en vano se le llamó el verano del amor en 1967. Jimi Hendrix tocó el himno nacional solo con su guitarra eléctrica, uno de los momentos más recordados del festival. Y aunque los sectores conservadores lo recibieron como una afrenta, para Hendrix y los asistentes fue una dura protesta con lo que estaba haciendo su país promoviendo la guerra (y su industria) alrededor del mundo.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=hbKo49kTXlI]DesdeLaPlaza.com/Simón Herrera