Un cuento de hadas siempre puede resultar atractivo, incluso para los que somos mayores de treinta, si la historia está bien contada. Este tipo de narración puede funcionar muy bien para todo público si el argumento seduce o simplemente se le da un giro novedoso a una historia conocida.
Hace unos años estrenaron la versión cinematográfica de “Cenicienta” dirigida por Kenneth Branagh y aunque no representó ninguna novedad, tiene una atmósfera que hizo de la cinta una muy buena reinterpretación de un cuento archiconocido.
No es el caso de “El cazador y la Reina del hielo”, nueva entrega de la historia de Blancanieves, pero esta vez sin Blancanieves, cuya primera película fue estrenada en el 2012.
Esta entrega desea contar una historia tan “mágica” y “trascendental” que su guión cae en la cursilería, ridiculizando así las emociones universales que convoca. La trama se vuelve un intricado laberinto del que no consigues salir ni al final de la película porque cuando termina quedan más preguntas que respuestas.
En esta cinta, los personajes y sus historias son un rompecabezas que cuesta mucho descifrar porque ninguna de sus motivaciones es clara, ni el sentido directo de sus acciones. Obviemos el escollo que representa para la película el contar una historia de Blancanieves sin incluirla, ya que si le hubiesen dado otro giro a la trama quizás el destino de la cinta sería diferente. Sin embargo, el resto de los personajes no logra superar el montón de contradicciones que impiden sentir cercanía con ellos y lo que se nos narra.
La fotografía, el vestuario cuidado y los efectos especiales casi perfectos de esta producción no impiden que la historia de la reina Ravenna (Charlize Theron) y su hermana Freya (Emily Blunt) no haga cobrar sentido al filme, el cual parece un desperdicio de presupuesto.
Charlize Theron aparece muy poco en la película y es una lástima porque su interpretación es de lo mejor que presenciaremos aquí.
El amor incondicional entre el Cazador (Chris Hemsworth) y Sara (Jessica Chastain) no genera mayor química o emoción, todo lo contrario sucedía en la versión anterior en su relación con Blancanieves interpretada por Kristen Stewart.
Quizás la primera película de esta nueva franquicia, no sea mucho mejor que esta, pero al menos fue la versión inicial y tenía un guión mucho más elaborado, el que por cierto, no parece haber sido consultado a la hora de escribir el de esta nueva producción.
Como colofón, la moraleja sobre lo trascendental del amor y como “lo conquista todo” hunde a la película en un compendio de lugares comunes y clichés. Todo lo que es innovador en la cinta anterior, en esta es un conglomerado de situaciones predecibles.
La película parece una versión libre de Narnia, Frozen, Valiente y el resto de películas Disney destacadas en los últimos años.
Totalmente prescindible y aburrida, la olvidarás en lo que salgas de la sala de cine.
Calificación: 6/10
@luisauguetol