Niños y niñas, hombres, mujeres, parejas, ancianos y familias enteras acuden cada domingo de ramos a la Plaza de Chacao para conseguir la Palma Bendita y llevarla a sus hogares, como símbolo de protección. Pero, ¿qué tanto sabes de esta tradición?
Lo primero que debes saber de esta tradición de carácter religioso es que la misma data de al año 1770, fecha en la que el valle de Caracas estaba siendo azotada por la fiebre amarilla, por eso el párroco José Antonio Mohedano quiso solicitar clemencia a Dios con una promesa y envió a los peones de las haciendas cercanas a la montaña, a buscar la Palma Real para que bajaran sus hojas, evocando de esta manera el pasaje bíblico de la entrada de Jesús a Jerusalén.
Desde ese momento, los Palmeros de Chacao suben al Ávila el sábado antes de la Semana Santa a buscar las palmas que se entregan como ofrenda cada Domingo de Ramos en Chacao.
Para conocer un poco más del significado religioso de esta tradición, el equipo de DesdeLaPlaza.com conversó con Carlos López, miembro del grupo Palma Real y con Richard Delgado, coordinador del secretario de la organización Civil Palmeros de Chacao.
No es una palma común
La Palma Real que llega a nuestras casas no es una planta normal que se encuentra en cualquier esquina del Parque Nacional Waraira Repano, “no es que podemos tomar cualquier palma, para que sea podada, la palma debe alcanzar una altura y una edad determinada”, comentó Carlos López.
No es solo la altura, los Palmeros de Chacao tienen que tener la autorización del Instituto Nacional de Parques (Inparques). “Este año la Fundación Palmeros de Chacao tiene la permisología de Inparques para podar 750 hojas de Palma Real”.
Explicó además, que esta es una actividad en la que no participan las mujeres, ya que la poda de la palma se puede tornar peligrosa.
“Para ser podada, la Palma Real debe alcanzar una altura que va de los 10 a los 30 metros, y para realizar el procedimiento se utiliza un arnés especial diseñado para la actividad, sin embargo no estamos exentos a accidentes”.
De hecho, cuenta que cuando se pierden en la montaña piden ayuda a los antiguos palmeros para retornar sanos, pues “palmero solo muere en cuerpo, su espíritu nos acompaña en la montaña”.
No todo está en la bajada de la palma
Por su parte, Richard Delgado explicó que aunque la tradición se basa en la bajada de la Palma, también es importante la subida de la misma.
“Todos hablan de la bajada de la bajada de los palmeros, pero pocos mencionan la siembra de la Palma Real, que es una actividad que suele realizarse en familia durante el mes de mayo, “si no se siembra, no hay tradición”.
Más allá de años, Delgado prefiere hablar del tiempo de entrega que le ha dedicado. “Estoy con los palmeros desde los 8 años, pero para mí son horas de vida dedicadas a la naturaleza y a esta tradición que pasa de generación en generación”.
Palmeros y Palmeritos
Como es una tradición que va pasando de generación en generación, algunos palmeros durante su infancia fueron “palmeritos”.
“Los palmeritos son los niños que forman parte de la tradición, pero que no suben a la montaña hasta que están preparados”, explica López.
El programa educacional los palmeritos cuenta actualmente con 82 niños con edades comprendidas entre los 6 y 11 años.
Pero en la montaña no sólo hay palmeritos y palmeros mayores, también hay pioneros, que tienen como función cuidar el bosque.
Delgado indicó que la función de los pioneros radica en cuidar la montaña, a ellos se les da una formación especial, “hay que inculcarle esos valores de respeto hacia la naturaleza para que después de hacer su promesa, empiecen a proteger el bosque nublado donde nace la palma.
Aunque esta tradición de la Palma Bendita se celebra en muchas ciudades del país, son los Palmeros de Chacao los que desde hace más de doscientos años se encargan de que este símbolo religioso se encuentre en los hogares de los caraqueños durante la Semana Mayor.
DesdeLaPlaza.com/Carolin Oliva Mieres