A casi tres meses del fallecimiento del actor estadounidense, Robin Williams, finalmente las investigaciones concluyeron que la causa de muerte fue por asfixia.
El hombre de 63 años fue hallado sin vida el 11 de agosto de este año, en su casa ubicada al norte de San Francisco (California, oeste), con un cinturón alrededor del cuello y unos cortes en la muñeca izquierda.
Según un comunicado emitido por, Robert T. Doyle, sheriff del condado de Martín, la causa de muerte fue «asfixia por ahorcamiento» y que fue «un suicidio».
Las pruebas toxicológicas confirmaron en Williams no había consumido ni alcohol ni drogas en el momento de los hechos, mas «fueron detectados medicamentos prescritos en dosis terapéuticas».
Susan Schneider, esposa del actor, confesó tres días después de la muerte, que su marido sufría de Parkinson, una enfermedad «de la que todavía no estaba preparado para hablar públicamente».
Agregó «fue valiente mientras luchaba contra la depresión, la ansiedad y los primeros síntomas de la enfermedad».
Desde La Plaza/ El Universal/ KH