Concussion, La verdad Oculta (2015): Una “verdad” sosa

A veces la verdad supera la ficción, pero es el trabajo de la ficción hacer amigable esa verdad para ser contada desde un punto de vista en que puedas identificarte con ella. Cuando eso no sucede, la película termina siendo una pretensión, una paja mental o un alarde vano por llamar la atención del público.

Eso sucede en “Concussion” llamada en español “La verdad oculta”, pues no revela, ni conecta, ni genera ningún tipo de clima que nos permita acércanos a una historia que genere la más mínima empatía más allá del hecho real que narra.

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Will Smith me parece un actor solvente, ha hecho algunos trabajos que merecerían una nominación no digo al Óscar, a innumerables premios, como su participación en “Alí” (2000) de Michael Mann, “En busca de la felicidad” (2006), entre otras. Incluso sus roles en películas de ciencia ficción como “Soy leyenda” (2007) y las comedias románticas que ha realizado han permitido mostrar su versatilidad.

Sin embargo, en “La verdad oculta” su rol no destaca especialmente, a pesar de su notable actuación, ya que la cinta dirigida por Peter Landesman, por más esfuerzos que hagan los actores es un muy frío relato sobre una poderosa historia real.

Lamentablemente y aunque Jada Pinkett Smith piense otra cosa (pues su boicot contra los Óscars comenzó cuando no nominaron a su esposo) su actuación no es memorable, ni revela “una verdad” al mundo del histrionismo y no tiene nada que ver con él, mas bien se debe a que el director realiza una cinta un tanto perdida.

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Esta cinta es un ejercicio pretencioso que revela unas ganas desmesuradas de usar un hecho real para crear una película “polémica” “irreverente” “atrevida” que no llega a ser tal porque fundamentalmente no funciona. Y no funciona porque nunca sabemos que es lo que se nos quiere comunicar, no hay conexión emocional con los personajes, son planos, aburridos, gastados.

Más allá del esfuerzo de los actores empezando por el propio Smith (también esta Alec Baldwin, Gugu Mbatha, Luke Wilson y un elenco que en líneas generales es bueno) no conmueve –al menos en el cine- la historia sobre el doctor Bennet Omalu, quien descubre que el fútbol americano es un juego muy peligroso para el cerebro y la vida de quienes lo practican.

La realidad supera a la ficción y la historia del real Bennet Omalu valía la pena ser contada, porque revela un alto grado de autocritica en el país del Norte –al menos a través del cine- sin embargo el resultado general de esta película es por decir lo menos lamentable y poco efectivo.

DesdeLaPlaza.com / Luisa Ugueto