México ha sido la cuna de grandes actores y uno de los más recordados es, nada más y nada menos que el gran Mario Moreno, conocido mundialmente como Cantinflas, quien hoy celebraría 107 años de edad.
Y si no recuerdas, seguro escuchaste hablar de este personaje que siempre enalteció y difundió la cultura mexicana en cualquier espacio en las que se mostró su amplio repertorio de largometrajes.
Entre sus películas más conocidas destacan El extra, El padrecito, Sube y baja, La vuelta al mundo en ochenta días, El bolero de Raquel, Conserje en condominio, El ministro y yo, El bombero atómico. Fue catalogado por muchos como el Charles Chaplin de México.
En todas las producciones que realizó el actor, que nació en un barrio pobre de la Ciudad de México, siempre dejaba mensajes para la reflexión, como también jocosas frases que quedaron en el imaginario colectivo y que aún se utilizan.
Acá te presentamos algunas de estas divertidas expresiones del querido Cantinflas:
1. ¡Ahí está el detalle!
2. Que no es ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario.
3. Y como decía Napoleón: El que parte y reparte, le toca su Bonaparte.
4. Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos.
5. Los momentos pasan y los minutos también… y luego hasta los segundos.
6. Luego, de segundo en segundo, agarra uno el segundo aire. Y luego tú tan chula que eres. Y uno tan enamorado…
7. Como dijo ese gran poeta, que no dijo nada pues porque no le dieron tiempo, pero como dijo “Chicaspear”, la “filosofía” de la vida es “to be or no to be”, que quiere decir «te vi o no”
8. Pueblo que me escucha, artista: nombre que se dan muchos artesanos, aquí me tienen delante de ustedes y ustedes delante de mí y es una verdad que nadie podrá desmentir. Y ahora me pregunto yo ¿Y por qué estoy aquí?
9. Estamos en guerra porque ya estamos. ¿Por qué razones?, ustedes me dirán. Y yo les contestaré: razones fundamentales que todo conglomerado debe entender y son tres: la primera, la segunda y la tercera. ¿Qué cosas verdad? Pues así es.
10. Dios les dijo adiós (a Adan y Eva). Pero antes de decirles adiós les dijo a los dos: «Comerán el pan con el sudor de su frente».
Desde La Plaza/RS