La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense dio un paso al frente este viernes ante la tormenta provocada por la ausencia de actores y directores negros nominados a los premios Óscar, anunciando un paquete de medidas para ampliar la diversidad de sus miembros.
«La Academia tomará la iniciativa y no esperará a que la industria lo haga«, aseguró en un comunicado su presidenta, Cheryl Boone Isaacs, tras la reunión que mantuvo la noche del jueves con el consejo.
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Como línea prioritaria, la institución se ha impuesto duplicar de aquí a 2020 el número de mujeres y personas pertenecientes a minorías que pueden votar a los galardones más prestigiosos del cine, aunque no ofreció datos concretos.
El otro cambio importante vendrá del lado de las membresías, que estarán sujetas a la actividad laboral de sus titulares.
A partir de 2016, cada miembro podrá votar durante 10 años, pero su derecho sólo será renovado si participa activamente en la industria cinematográfica a lo largo de la década.
Asimismo, el derecho vitalicio a votar sólo será adjudicado cuando un miembro acumule tres periodos consecutivos, o haya ganado o sido nominado a un Óscar.
Los que no cumplan las nuevas normas serán considerados miembros eméritos: tendrán todos los privilegios pero no podrán otorgar nominaciones ni elegir ganadores. «Estas nuevas medidas sobre dirección y voto tendrán un impacto inmediato y marcarán el inicio de un cambio significativo en el perfil de nuestros miembros» , prometió la presidenta.
La Academia tiene actualmente 7.152 miembros, de los cuales 6.261 votan.