Gaza es un trozo de infierno en la Tierra. Y está empeorando cada día. El castigado enclave palestino nunca ha sufrido un bombardeo tan intenso en toda su historia. Desde el comienzo de la ofensiva por tierra del Ejército israelí el jueves, incluso los sitios más remotos de uno de los lugares más densamente poblados del mundo se han convertido en una zona de guerra.
Más de 600 muertos. 3.600 heridos. Un 80% de bajas civiles. Los números crecen a gran velocidad. La ONU dice que el 43% de Gaza se ve afectado por «avisos de evacuación» o declarados «zonas prohibidas» por Israel. En los últimos cuatro días, el número de los que buscan refugio en las escuelas gestionadas por la ONU ha subido un 400%. Pero incluso la ONU se está quedando sin suministros.
Los hospitales están llenos y en un estado de caos. Los médicos y el resto del personal sanitario se encuentran al límite de sus fuerzas después de trabajar en condiciones terribles las 24 horas en las últimas dos semanas. Faltan los medicamentos. El viejo equipamiento sanitario se cae a pedazos , por no mencionar los cortes eléctricos y la falta de agua potable. No queda más sitio en las morgues. Hasta los cadáveres tienen una ‘lista de espera’, por lo que pueden encontrarse en cualquier sitio. Descomponiéndose bajo un sol de justicia.
El eurodiputado español, Javier Couso, representante de la agrupación política Izquierda Unida, ha llevado al Parlamento Europeo este debate, exigiendo que la cámara europea pida un cese de hostilidades y sancione los crímenes de guerra cometidos por el gobierno israelí.