Después de semanas “debatiendo”, la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) anunció que la hoja de ruta para salir de Maduro pasa por pedirle la renuncia, enmendar la Constitución, Revocarlo del mandato y aplicar el artículo 350 de la Constitución.
Luego de este cantinflérico anuncio, lo único que quedó demostrado fue la gran división que existe en la MUD, cada quien propuso un método de acuerdo a sus aspiraciones, no hay liderazgo que conduzca a esa jauría. Es por eso que decidieron que la respuesta para salir de maduro es: “Todas las anteriores”, como dijo CAP (Carlos Andrés Pérez) “ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”.
Analizaremos cada una de las vías:
1. Renuncia: Los mismos que ayer decían Chávez renuncia ya, hoy aparecen con Maduro renuncia ya, persisten en la muy trillada solicitud de renuncia que durante 15 años ha sido infructuosa.
Es la propuesta de María Corina Machado y la que realmente quiere la mayoría de la MUD, su estrategia consiste en generar violencia, crear un clima de ingobernabilidad y desestabilización para de esta manera decir que el país se le escapó de las manos al Presidente, por lo cual debe renunciar.
Han elegido al Táchira como estado piloto para iniciar la violencia, gracias a la acción oportuna de los cuerpos de seguridad y a la conciencia del pueblo no ha pasado de algunas escaramuzas.
Obstáculos: El Presidente Nicolás Maduro ha dicho que no renunciará por las presiones de la oligarquía y sus agentes.
2. La Enmienda Constitucional: Para ellos es la vía “democrática” que más fácil les permitiría arrebatarle el poder político a la Revolución, simplemente tienen que promover una enmienda constitucional con iniciativa del Poder Legislativo, a los fines de reducir el periodo presidencial a cuatro años, la aprobarían con mayoría simple en el parlamento y luego, tienen que batirse en referéndum popular ligando que resulte ganadora la opción de aprobar la enmienda.
Esta es la propuesta de Ramos Allup, quien quiere ganar tiempo para seguir proyectándose desde la tribuna de la Asamblea como candidato presidencial, en este caso, eventualmente deberían realizarse las elecciones en diciembre de 2016.
Obstáculos: La lógica y el conocimiento más básico del derecho indican que la ley solo tiene efectos retroactivos en excepcionalísimos casos, entre los cuales ningún doctrinario ha incluido este supuesto.
Esto quiere decir que la enmienda empezaría a surtir efectos a partir del próximo periodo presidencial, porque de lo contrario se estaría violentando la voluntad del pueblo que escogió legítimamente a un presidente por un periodo de seis años y se iría anticipadamente a los cuatro.
Esta enmienda tiene intenciones de revocar un mandato y para eso existe un procedimiento especial que es el referéndum revocatorio. En todo caso si la enmienda llegará a consulta popular deben ganar el referéndum, recordando que el chavismo existe y también juega.
3. El Referéndum Revocatorio: Es la vía creada por el constituyente para dirimir este tipo de situaciones, si existe un sector de la población que cree que un gobernante no lo está haciendo bien, puede solicitar la revocatoria del cargo.
El problema es que al oposicionismo esto le trae recuerdos amargos y les preocupa correr con la misma suerte del 2004. El 10 de enero de este año se cumplió la mitad de este periodo presidencial, la MUD pudo activar este mecanismo constitucional desde esa fecha, si están tan apurados por sacar al Presidente debieron haber iniciado hace rato, al parecer no le dan los números.
Veamos, necesitan recoger las firmas correspondientes al 20% de los inscritos en el registro electoral, lo cual significa 3.823.960 de ciudadanos que manifiesten su apoyo, de recolectarlas, luego tendrían que ir a un referéndum en el cual no solo les bastaría ganar, deben obtener un voto más que los que obtuvo el Presidente Nicolas Maduro en 2013, lo que representa 7.587.580 votos.
Dificultades: El solo hecho de recoger esa cantidad de firmas presenta un problema para la MUD, la última vez que firmaron para solicitar un referéndum, SUMATE vendió la lista con sus nombres, lo cual no les genera para nada confianza entre sus seguidores.
Además, en un eventual revocatorio deben obtener 7.587.580 votos para que sea efectivo, el 6 de diciembre de 2015 en su mayor triunfo electoral obtuvieron 7.707.422, lo que representa solo 119.842 votos por encima, algo como el 1,7% de más, número que no les da mucha holgura, contando que en esa elección hubo votos del chavismo que migraron confundidos hacia la MUD y que hoy ya están arrepentidos.
Si este episodio fatalista llegara a suceder, deben además ganar una elección presidencial al “gallo” que lance la Revolución como candidato. No la tienen nada fácil.
4. Desestabilización Golpista: Como de costumbre, el oposicionismo no deja nunca de lado la agenda golpista, además de todas estas maniobras, se manejan entre escenarios de violencia, guerra de cuarta generación, acarician la idea de un golpe militar y últimamente, en perfecta coordinación con sus amos del norte se han volcado a pedir la aplicación de la Carta Democrática de la OEA. En otras palabras, están solicitando la intervención de fuerzas extranjeras en nuestro país, incluyendo una incursión militar.
Nunca antes una fuerza política había sido tan apátrida, con tal de tomar el poder político son capaces de destrozar al país.
Ultimo comentario: Tenemos una Oposición tan errante como hambrienta, este último anuncio fue la segunda gran decepción a sus adeptos, solo superada por el fraude de la Asamblea Nacional y la “última cola”. A Ramos Allup, le quedan menos de noventa días de los seis meses que le dio de lapso al Presidente Maduro y aún no se ponen de acuerdo, dan pena.
Como bien lo demostramos en la marcha antiimperialista, las calles son del pueblo, no de la oligarquía. Sigamos adelante, encaremos la tormenta.
DesdeLaPlaza.com / Julio Garcia Zerpa
@Juliogarciaz
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