Los talibanes han hecho público este miércoles un vídeo de 17 minutos de la entrega del soldado Bowe Bergdahl al Ejército de EE.UU. en un lugar de la frontera afgana con Pakistán.
La liberación de Bergdahl, en manos de los talibanes durante cinco años, se ha producido en medio de la polémica por el intercambio de cinco dirigentes talibanes presos en Guantánamo. En EE.UU., este canje ha despertado fuertes críticas.
En el vídeo, cuya autenticidad no ha sido verificada, Bergdahl aparece afeitado y vestido con una túnica blanca esperando en un «pick up» la llegada del helicóptero del Ejército estadounidense. Los talibanes, en el exterior del vehículo, se dirigen a él y le hablan, a lo que él asiente.
Cuando uno de los helicópteros aterriza, levantado una nube de polvo, Bergdahl es conducido hasta el lugar por dos talibanes; uno le lleva de la mano y otro hace señales con un pañuelo blanco. Tres estadounidenses les reciben y les estrechan la mano mientras entran al soldado en el helicóptero. Cuando este despega, en el vídeo aparece un mensaje que dice «Don’t come back to Afghanistan» (No volváis a Afganistán).
Bergdahl se recupera en un hospital militar de Alemania, mientras en EEUU crecen las críticas por el canje de prisioneros, que el presidente, Barack Obama, no comunicó al Congreso hasta que se hubo producido. El secuestro de Bergdahl también tiene puntos oscuros ya que compañeros del soldado aseguran que no fue capturado sino que desertó en el 2009.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general David Dempsey, ha señalado que «cuando (Bergdahl) esté en condiciones de contárnoslos, sabremos los hechos». Dempsey ha dicho que «como todo estadounidense, es inocente hasta que se pruebe su culpabilidad», pero ha asegurado que el Ejército «no apartará la vista» para saber si hubo violación de las normas castrenses.
Así, el Ejército revisará el caso en un esfuerzo «abarcador» y «coordinado», que incluirá conversaciones con el sargento, para comprender mejor lo sucedido y las decisiones se tomarán entonces «de acuerdo con las prescripciones, las políticas y las prácticas adecuadas», según ha dicho, por su parte, el secretario John McHugh en un comunicado.
Petición ciudadana de castigo
Más de 14.000 personas han firmado hasta ahora una petición a la Casa Blanca para que el sargento, al que acusan de haber violado varios artículos del Código Militar, sea «castigado, no premiado«.
No ayudarán al soldado informaciones como la que recoge la cadena Fox, que asegura que, antes de su presunta captura, Bergdahl escribió una carta en la que decía sentirse desilusionado con el Ejército y manifestaba su deseo de renunciar a la nacionalidad estadounidense.
Desde la Plaza/ Periódico Digital/ AMH