Por enésima vez el diputado Julio Borges llama a la desestabilización de nuestro país. Abierta e inescrupulosamente, protagoniza un melodrama que circula por las redes sociales.
El video de 30 segundos lo muestra en una postura claramente agitadora y al margen de la ley, incitando a la toma de las calles con la intención de amedrentar al Poder Electoral y al Poder Judicial, ambos con rango constitucional.
“Volver a salir a la calle”, ordena el derechista ante la pregunta que le formula la actriz que lo acompaña en el montaje y aunque se cuida de apellidar la instrucción con el subterfugio “organizadamente”, inmediatamente borra cualquier duda que pudiera haber quedado de su dictamen agitador al definir de la siguiente manera el propósito de tal convocatoria callejera: “Presionar a las instituciones, al CNE, a los rectores, a la Sala Constitucional”, del Tribunal Supremo de Justicia.
Cierra el parlamentario reaccionario con una conclusión digna de análisis de lo absurdo, para justificar su tesis guarimbera: “Ni el CNE ni el TSJ fueron electos por el pueblo”.
Vayamos por partes: cuando indica que se debe “volver” a las calles, ¿acaso admite que los desórdenes anteriores que hasta pérdidas de vida incluyeron, no fueron una acción espontánea como siempre manifestaron sus acólitos, sino una conjura activada por él y su combo?” ¿Confesión de parte, finalmente?
Algo más: aunque parezca inteligente barnizar su montonera con el bautizo “organizado” de la misma, difícilmente exista quien ose aceptar tan engañosa oferta. Venezuela entera, y también el resto del mundo, han aprendido la lección y sufrido el saldo de llamados “cívicos” de tal naturaleza.
Tercero: resalta la desfachatez golpista del convocante. Llamar al asalto (en el fondo es eso) del Poder Judicial y del Poder Electoral por tratarse de entes que cumplen con la responsabilidad que les asigna la Carta Magna, no tiene otro nombre aunque necesario es aclarar y recordar que en su resumen curricular destacan viejas “iniciativas” con el mismo corte irregular. La más importarte, sin duda alguna, la adelantada días previos al golpe de Estado contra el Comandante Hugo Chávez el 11 de abril de 2002.
El video de marras cuestiona que ambos poderes “no fueron electos por el pueblo”, tesis igualmente absurda porque fueron representantes escogidos por el voto popular quienes los designaron. Es decir, sí fueron electos por el soberano en lo que pudiéramos llamar una elección de segundo grado, cosa que hábil y cínicamente esconden Borges y sus copartidarios.
Pero, finalmente, si algo captura sobremanera la atención de quienes descifran el mensaje del video, es la manifiesta y clara pretensión sediciosa del curulista. Ello se desprende de que aunque al inicio muestra sobrada confianza al afirmar que el Referéndum Revocatorio contra el Presidente “es realismo”, impulsa luego –como ya lo hemos detallado- el plan de ataque contra la institucionalidad democrática.
Sensato es preguntarle al diputado ¿por qué “volver” a las calles si el referéndum es “realismo”? ¿Qué esconde detrás de la intención de proseguir elevando los niveles sociales de tensión? ¿Hay necesidad de ello?
Una última cosa: Con las planillas del revocatorio en su poder, facilitadas legalmente por el CNE blanco de sus infamias, ¿desistirán de las invitaciones a la desestabilización?
¡No pasarán!
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DesdeLaPlaza.com/Ildegar Gil