Los recientes casos en que niños se ven involucrados en la muerte o heridas de personas a causa de la mala e indisciplinada manipulación de arma de fuego, principalmente en Estados Unidos (EE.UU.), lejos de movilizar el morbo colectivo y tratarse como un hecho aislado, debe ser motivo para la reflexión y revisión de los estatutos que regulan el acceso y manipulación de armas en el mundo entero, por lo que Venezuela no es la excepción.
La última tragedia de este tipo que se conoció en nuestro país fue en 2011. Horacio Morales un menor de 12 años, fue asesinado en Montalbán (Caracas) por un compañero de liceo tras una disputa originada por un videojuego. El arma homicida fue una pistola perteneciente a uno de los padres de joven agresor.
Casos como este han llevado a las autoridades venezolanas a ser cuidadosos en el tema. En la Ley para el Desarme, Control de Armas y Municiones aprobada en junio del 2013, varios de sus artículos están relacionados a la protección de los niños frente a cualquier tipo de armamento.
Pablo Fernández, quien estuvo al frente de la Comisión Presidencial para el desarme, explicó a Desde La Plaza que durante la idealización de la normativa “uno de los elementos que salía recurrentemente era el tema del descuido de las armas y la protección de los niños. Aunque nuestras cifras sean pocas, no debe dejar de preocuparnos”.
Por ejemplo, en el artículo 108 se establece sanciones y penas de prisión de uno a tres años para aquellos que por imprudencia o negligencia, no haya previsto las acciones necesarias para evitar que un niño, niña o adolescente, o una persona con discapacidad mental se apodere de un arma.
Asimismo, entre los requisitos para optar al acceso y porte de armas, en necesario ser mayor de 25 años de edad, además de una constancia de examen médico psicológico. Esto es, principalmente, porque el porte está establecido según la percepción de un nivel de madures de la persona.
Lopna también protege
Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, también protege y evita que los jóvenes estén vinculados con armamentos. Según el artículo 261, quien venda, suministre o entregue a unas menos armas, municiones o explosivos, será penado o penada con prisión de uno a cinco años.
También está prohibido todo lo que esté difundir o promocionar cualquier tipo de libros, publicaciones, fotografías, lecturas, videojuego entre otra que contengan informaciones e imágenes que promuevan al uso de armas
Brecha legal
A pesar de todas las previsiones, en la Ley Desarme existen brechas que pueden permitir que un menor manipule un arma de fuego.
Según Fernández, en el artículo 19 que establece los requisitos generales para el optar por un arma de fuego, se exceptúa del límite de edad para las personas que soliciten el porte de armas para fines deportivos, cacería y armas de colección.
“Es preocupante, porque en el artículo 61 del reglamento de la Ley, autoriza que los menores de edad entre 12 y 18 años, puedan adquirir armas para modalidades deportivas. Esto, a mi modo de ver, es un problema, un riesgo y un error; porque se ha puesto por encima la premisa del tema deportivo sobre el tema de seguridad”.
El especialista recordó un caso reciente en Rusia, en la que un joven deportista de tiro, de 16 años de edad, en medio de una broma apuntó a su entrenador y lo mató.
“Aquí hay que poner una alerta, si bien este es un deporte de élite en nuestro país y muy poco practicado, sigue siendo una ventana para que menores de edad tengan acceso a armas de fuego”, destacó.
Finalmente, Fernández hizo énfasis en que a pesar de la existencia de la normativa, lo realmente importantes es que se haga cumplir. “Si la ley no va acompañada por un proceso de revisión permanente y control por parte de los organismos del estado, se puede convertir en letra muerta”, enfatizó.
Desde La Plaza /ABD