Aunque se encuentre invisibilizada, la discriminación racial es una realidad que está presente en la sociedad venezolana. Pasa frente a los ojos de todos y muchas veces somos participe de ello de forma inconsciente, sin notar el grave daño que hacemos entre nosotros mismos y a nuestros iguales.
Es por ello que desde el 2011 existe en Venezuela la Ley Orgánica Contra la Discriminación Racial, que es aplicada y promovida por el Instituto Nacional Contra la Discriminación Racial (Incodir), lucha a diario con estos hechos que ensombrecen nuestra cultura e idiosincrasia.
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El presidente de Incodir, Jesús Escobar, asegura que los objetivos de la institución son la atención, prevención, erradicación y sanción del racismo, tema que siempre ha sido relegado y que es ignorado desde la perspectiva académica y social, por lo que cuesta ser asumido por los ciudadanos y lo consideran como un mero mito o cliché.
“El problema es quizás que se hace cotidiano situaciones en las cuales se plantea la vulneración de las demás personas por condiciones especiales suele ser una práctica común. Lo vemos en los chistes del imaginario venezolano, que aludiendo a nacionalidades específicas, atribuyéndoles poca inteligencia, hablando de negros en forma despectiva… Ejemplos sobran”
Visibilización
Es por ello que el Incodir tiene sus esfuerzos dirigidos en visibilizar y demostrar lo incorrecto de estas situaciones, que pasan desapercibidas a pesar que se vulnera y pone en riesgo la condición humana.
“Para poder considerar el mejoramiento de vida de nuestra nación, debemos empezar a pensarnos como iguales (…) nada que te desmejore es un asunto que pueda tratarse de forma humorística, porque detrás de ello está solapado un ataque”, aseguró Escibar.
Para Escobar resulta un llamado de atención que en los resultados del Censo realizado en 2011, sobre el 42% de los encuestados se considerada blancos, mientras que más del 50% de los venezolanos piensan que son morenos, ocultando así su verdadera raza.
“Es un problema de autorreconocimeinto y una carga ideológica, hay una vergüenza étnica de no reconocernos como tal y que trae consecuencias nefasta porque invisibilizamos el problema”.
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¿Cuestión de color?
El racismo no es solo una cuestión de color, todos pueden ser víctima de la discriminación por raza, condición social, o étnica. Además, cualquier persona que se sienta menoscabado en su igualdad de derecho y oportunidades es protegida por esta ley.
De hecho, cuando una o un grupo de personas incurren en agresiones discriminatorias pueden recibir una pena o acción que oscila entre uno o tres años.
¿Pero cómo dar a conocer estos derechos?
Actualmente el Incodir trabaja en talleres de prevención y sensibilización sobre los actos de discriminación en escuelas e instituciones públicas.
También se encuentran programando una consulta nacional sobre las situaciones de racismos que lleven a creación del Plan Nacional Contra la Discriminación Racial, para conocer los focos del ataque que servirán para alimentar y mejorar la ley existente .
Y es que en definitiva, el objetivo es que todos nos percibamos como iguales, sin notar nuesta apariencia y color de piel.
“Debemos trabajar más con la interculturalidad, que es más allá que el simple reconocimiento de la existencia de múltiples culturas, es el poder de vivir con resto y reconocimiento de las particularidades entre unos y otros”, finalizó Nirva Camacho, psicóloga del Incodir.
DesdeLaPlaza.com /Anabel Barrios Díaz /Fotos: Daniel Tineo