Tras designar al nuevo gabinete de ministros, en el que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, colocó su acento en el área económica; también instaló un Consejo Nacional de Economía Productiva y afincado en sus atribuciones constitucionales declaró un estado de Emergencia Económica.
Pero fue el Vicepresidente Aristóbulo Istúriz quien explicó al país, los alcances del decreto.
Lea: Estas son las líneas del Decreto de Emergencia Económica en Venezuela
Ahora bien, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el artículo 337 dice lo siguiente:
“El Presidente o Presidenta de la República, en Consejo de Ministros, podrá decretar los estados de excepción. Se califican expresamente como tales las circunstancias de orden social, económico, político, natural o ecológico, que afecten gravemente la seguridad de la Nación, de las instituciones y de los ciudadanos y ciudadanas, a cuyo respecto resultan insuficientes las facultades de las cuales se disponen para hacer frente a tales hechos. En tal caso, podrán ser restringidas temporalmente las garantías consagradas en esta Constitución, salvo las referidas a los derechos a la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al debido proceso, el derecho a la información y los demás derechos humanos intangibles”.
Más adelante, el artículo 338 explica que:
(…) Podrá decretarse el estado de emergencia económica cuando se susciten circunstancias económicas extraordinarias que afecten gravemente la vida económica de la Nación. Su duración será de hasta sesenta días, prorrogable por un plazo igual.
Hasta acá todo se ve claro en el papel… pero en el terreno…
Pdvsa – Economía: la misma pelea
En Venezuela, tratar de controlar a la estatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa), en manos de una tecnocracia que facilitó amplios negocios beneficiosos para Estados Unidos y no para la nación, le costó a Hugo Chávez un golpe de Estado en 2002.
Ahora con el control del Poder Legislativo, la oposición venezolana, que antes estuvo del lado de los golpistas de Pdvsa; trabaja para reinstaurar el viejo sistema político que les garantizaba el control absoluto del aparato del Estado y del gobierno. Para ellos pretenden recortar la duración de la presidencia de Nicolás Maduro, a través del desgaste de los sectores populares.
El economista venezolano Simón Andrés Zúñiga escribe en el sitio de análisis Question Digital:
“Estamos frente a un dilema, ya que la derecha quiere que el gobierno asuma el costo político del ajuste macroeconómico para terminar de enterrar moralmente el ejemplo que durante estos 16 años desplegó el chavismo. Por otro lado, el Gobierno y la dirigencia política chavista debe dar señales de capacidad en la toma de decisiones, y de coherencia con los principios de defensa de los intereses populares. Si el gobierno asume un ajuste macroeconómico tradicional, será su epitafio. El impacto sobre las condiciones de vida de los trabajadores y la incoherencia con el discurso que promueve el socialismo, se convertirán en el entierro político de la actual dirigencia y un grave revés para el proceso revolucionario”.
Así las cosas.
¿Hay soluciones?
El experimentado periodista Aram Aharoniam asegura en un artículo titulado: “Juegos de guerra en Venezuela: Cambiamos o nos cambian”, que “dentro del bolivarianismo (que no es lo mismo que el chavismo) se enfrentan dos salidas a la crisis, la de quienes promueven un pacto con la oposición y sus cámaras de empresarios, asociados a Estados Unidos y quienes sostienen que se puede salir sin entregar este proceso revolucionario a la derecha, en nombre de ilusiones económicas monetaristas ya fracasadas en el mundo”.
Otra arista, de la grave crisis económica de Venezuela, la apuntó Alí Rodríguez Araque, exministro de Chávez, ex secretario general de la Opep y de Unasur. Desde su responsabilidad como embajador de Venezuela en Cuba dijo en una entrevista:
“Mientras no se integre al pueblo en el ejercicio real y diario de la política, no se les haga saber su protagonismo, será muy difícil llegar a alguna parte (…) En este momento el proceso exige una serie de correcciones. Se debe colocar el énfasis de la movilización política no solamente desde el gobierno, sino desde el partido, y tiene que haber una movilización muy profunda entre la unidades básicas de lucha, el partido y la izquierda”.
Nadie -por ahora- podría asegurar que el Decreto de Emergencia Económica vaya a ser aprobado (como exigen la constitución) en un parlamento dominado por la oposición que saborea venganzas.
Esto es el inicio de la confrontaciones políticas en la Venezuela Bolivariana del 2016.
DesdeLaPlaza / Ernesto J. Navarro.